Continúa la deflación en China (-0,5 i.a.)

Ronald Temple (Lazard) | El descenso del rendimiento del bono del Tesoro de EEUU a 10 años hasta el 3,9% desde el 5% de hace sólo dos meses sugiere que los mercados han valorado “de forma muy optimista la capacidad de la Reserva Federal para reducir drásticamente la inflación sin desencadenar una recesión”, según Ronald Temple, estratega jefe de mercados de Lazard. También se pone de relieve en los mercados de crédito, donde el coste de la compra de protección frente a los impagos de las empresas ha caído bruscamente en las últimas semanas, tanto en grado de inversión como en alto rendimiento, añade. 

Las cifras de IPC de la primera potencia económica mundial y la reunión de la Fed de la semana pasada avalan esta perspectiva. Los datos de inflación confirmaron el éxito de la Fed a la hora de controlar las presiones sobre los precios, con una tasa semestral anualizada del IPC subyacente estable en el 2,9%. “Sigo esperando que el IPC subyacente caiga por debajo del 2,5% a mediados de 2024”, dice Temple. Por otro lado, Jerome Powell reconoció que la mayoría de los miembros del FOMC creen que los tipos están en el punto álgido del ciclo o cerca de él, y que la tendencia central en cuanto al tipo de los fondos federales previsto para finales del próximo año se situaba entre 50 y 100 puntos básicos por debajo del tipo actual. “Los inversores aceptaron este giro dovish y ahora prevén recortes de tipos de 140 puntos básicos para finales de 2024, una expectativa que considero demasiado optimista”, comenta el estratega de Lazard.

Temple destaca asimismo cómo los mercados ignoraron los intentos del BCE y el Banco de Inglaterra (BoE) de frenar las expectativas de los inversores, indicando que es demasiado pronto para hablar de recortes de tipos. Pese a ello, los futuros descuentan recortes de tipos de en torno a 140 puntos básicos por parte del BCE para octubre y de unos 100 puntos básicos por parte del BoE para noviembre.

Hay que tener en cuenta que los datos de PMI reflejaron una “debilidad continuada” en la zona euro y en el sector manufacturero de Reino Unido. El PMI de servicios del Reino Unido se mantuvo “más resistente”, al igual que el de EEUU. 

Por otro lado, las cifras de producción industrial de China resultaron mejores de lo esperado, pero las ventas minoristas fueron más débiles. Y continuó la deflación en el país con un IPC interanual del -0,5% y un IPP del -3,0%. El Banco Popular de China ofreció el pasado viernes a los prestamistas comerciales 800.000 millones de yenes en préstamos a un año, el doble de la liquidez prevista, lo que sugiere, según Temple, que el Gobierno de Pekín está intentando apoyar de nuevo el mercado inmobiliario y la economía en general.

Próximas referencias

La atención se centrará esta semana en los mensajes clave del Banco de Japón (BoJ) respecto a las posibilidades de poner fin a los tipos negativos y cuándo y cómo podría salir del control de la curva de rendimientos (YCC). “Actualmente, los mercados dan a entender que el BoJ pondrá fin a los tipos negativos en el primer trimestre de 2024, pero el abanico de opiniones es muy amplio”, asegura el estratega de Lazard. El viernes se publicarán los datos de IPC del país asiático, de los que se espera una disminución tanto en la tasa general como en la subyacente.  

Se prevé asimismo un desaceleración del IPC general de Reino Unido (se conocerá el miércoles), hasta el 4,3% desde el 4,6% interanual, y que el subyacente y el de los servicios se mantengan prácticamente estables en términos interanuales, en el 5,6% y el 6,6%, respectivamente. 

Otras referencias en las que Temple pone el foco hasta el 5 de enero son los datos preliminares sobre la inflación y los índices PMI de la zona euro (se difundirán en los últimos días de 2023 y los primeros de 2024), que permitirán al BCE conocer con mayor claridad sus avances en la contención de las presiones sobre los precios; los PMI de China, que llegarán entre el 30 de diciembre y el 3 de enero; y los sobre el empleo en Estados Unidos, que se harán públicos durante la primera semana del próximo ejercicio; la encuesta JOLTS y el informe sobre la situación del empleo. “Las primeras estimaciones apuntan a un aumento de las nóminas no agrícolas de 165.000 puestos, con una tasa de desempleo del 3,8% y un aumento de los ingresos medios por hora del 0,3% intermensual”, concluye.