Caixabank Research | A lo largo de la historia, las pandemias han sido uno de los fenómenos que más han repercutido en la distribución de los ingresos y la riqueza de las sociedades. Tanto es así, que la mayoría han conllevado un aumento pronunciado de la desigualdad.
Un equipo de investigadores de la Universidad Pompeu Fabra, el Institute of Political Economy and Governance (IPEG) y CaixaBank Research han emprendido un proyecto pionero a nivel mundial para seguir la evolución de la desigualdad, y el papel del estado del bienestar, en tiempo real. En este dossier, presentamos los principales resultados que hemos obtenido hasta el momento.
La destrucción de empleo asociada a las crisis económicas generadas por las pandemias se suele concentrar en los colectivos más desfavorecidos, aumentando así las desigualdades de renta. Sin embargo, los sistemas de protección social del pasado nada tienen que ver con los mecanismos que provee el estado del bienestar moderno. Esta es, seguramente, una de las principales diferencias entre la pandemia actual y las del pasado: la contundente respuesta en términos de políticas públicas que se está llevando a cabo. Pero ¿es suficiente? ¿Se está ofreciendo cobertura a todos los colectivos? ¿Se está actuando de forma eficaz?
Para poder responder a estas preguntas, normalmente deberíamos esperar años, ya que es extremadamente arduo compilar y procesar datos sobre la distribución de la renta. En España, por ejemplo, en junio de este año se hizo pública la encuesta de estructura salarial de 2018, un tiempo similar al que tardan el resto de los países desarrollados a publicar la información. En la situación actual, este desajuste genera inquietud sobre el efecto de la crisis económica en los colectivos más vulnerables. También dificulta la labor del sector público, porque sin los datos en la mano resulta más complejo valorar la efectividad de los distintos programas de ayuda que se han puesto en marcha.
En este contexto, un equipo de investigadores de la Universidad Pompeu Fabra, el Institute of Political Economy and Governance (IPEG) y CaixaBank Research hemos emprendido un proyecto pionero a nivel mundial para seguir la evolución de la desigualdad, y el papel del estado del bienestar, en tiempo real. Para llevarlo a cabo, analizamos los datos de las nóminas depositadas en CaixaBank, debidamente anonimizadas y aplicando técnicas de big data para gestionar el gran volumen de información disponible (analizamos la evolución de alrededor de 3 millones de nóminas cada mes). Además, también incluimos en nuestro análisis a los individuos que reciben algún tipo de transferencia pública relacionada con su participación en el mercado laboral (como un subsidio de desempleo o por ERTE). Esta información es imprescindible para poder valorar el impacto de la crisis económica y el efecto que tienen las transferencias públicas. Además, el análisis lo podemos llevar a cabo tanto para el conjunto de la población como para distintos grupos, ya sea en función de la edad, el género u otras características, como la geográfica. Esto nos permite valorar la situación en la que se encuentran los distintos colectivos y la efectividad de las políticas públicas sobre cada uno de ellos.
Este no es el primer estudio que utiliza técnicas de big data para hacer un seguimiento de los efectos económicos de la pandemia en tiempo real. Uno de los proyectos más ambiciosos a nivel internacional es Opportunity Insights, liderado desde la Universidad de Harvard por Raj Chetty, que ha desarrollado varios indicadores que permiten hacer un seguimiento en tiempo real de la economía estadounidense. Por ejemplo, disponen de indicadores que analizan la evolución del consumo en función de las características de cada zona geográfica (según el nivel de ingresos de las personas que viven en cada zona, por ejemplo) o la evolución del empleo en función del nivel de ingresos de los trabajadores. Se trata de una información muy valiosa para poder valorar el impacto de la crisis tanto a nivel agregado como en los distintos colectivos.
Nuestro proyecto también se apoya en una amplia base de datos, que es representativa del conjunto de la población, y esto nos permite valorar el impacto de la crisis sobre los distintos colectivos y el impacto de las transferencias públicas. Para confirmar la representatividad de los datos internos de CaixaBank, comparamos la distribución de las nóminas con los datos de la encuesta de estructura salarial. Como se puede observar en el gráfico, las dos distribuciones son muy parecidas, un hecho que corroboramos comparando las ratios de los cuartiles de cada distribución. A parte de la distribución de ingresos salariales, las características de las personas con una nómina en CaixaBank también son muy parecidas a las del conjunto de la población, como se puede apreciar en la segunda tabla, en la que comparamos el peso de distintos colectivos en los datos de CaixaBank con los de la encuesta de estructura salarial y la encuesta de población activa.
Tener unos datos que sean representativos del conjunto de la población nos permite construir indicadores de desigualdad, como el índice de Gini o las curvas de Lorenz, para el conjunto de la población y por los distintos subgrupos de población, y analizar su evolución a lo largo del tiempo. Toda esta información la ponemos a disposición del público en una web, el Monitor de Desigualdad de CaixaBank Research: www.inequalitytracker.caixabankresearch.com, donde se podrá visualizar el impacto de la COVID-19 en la desigualdad mes a mes.
Además de varios gráficos interactivos para analizar el impacto de la crisis en la distribución de los ingresos, también ofrecemos la posibilidad de descargar los datos para que todas las personas que quieran analizar con más detalle las dinámicas de fondo lo puedan hacer. En los siguientes artículos, se presenta una primera valoración del impacto de la crisis económica en la distribución de la renta, tanto para el conjunto de la población como en distintos colectivos y a nivel regional. Como se desprende de este primer análisis, el impacto de la crisis ha sido muy relevante, el papel de las transferencias públicas es determinante para gran parte de la población y hay varios colectivos que están sufriendo especialmente. La información con la que contamos para hacer frente a la pandemia esta vez sí es diferente.