Intermoney | Los frentes abiertos que mantiene el gobierno estadounidense siguen dando que hablar y generando inquietud estructural sobre su propia economía. La amenaza del presidente estadounidense Trump el fin de semana de despedir a la gobernadora de la Fed, Lisa Cook, se ha reportado ampliamente como un ataque a la independencia de la Fed. Lo que parece claro es que la Reserva Federal es el nuevo chivo expiatorio. La política del chivo expiatorio culpa a un solo grupo de la inseguridad económica. A principios del presente año, la política estadounidense se centró en que “todo era culpa de los extranjeros”. Ahora ha cambiado. Si bien la mayoría de los votantes estadounidenses tienen una comprensión vaga de lo que es la Reserva Federal, este puede ser un buen argumento para justificar ciertas ineficiencias económicas, aunque al mercado esto no le siente bien.
Forzar la salida de Lisa Cook, nombrada por el presidente Joe Biden en 2022, daría a Trump la oportunidad de asegurarse una mayoría de cuatro personas en la Junta de Gobernadores de la Fed, compuesta por siete miembros. No obstante, al impugnar la orden de destitución, Cook podría solicitar inmediatamente una orden judicial para que se le restituya en su cargo mientras se desarrolla el litigio. No se han presentado cargos contra ella, aunque un funcionario del Departamento de Justicia señalaba la semana pasada la posibilidad de investigarla. Aunque ningún presidente ha destituido nunca a un gobernador de la Fed, se puede hacer por una causa justificada. Las leyes que describen la causa justificada suelen definir el término como tres posibilidades: ineficiencia, negligencia en el cumplimiento del deber y malversación, es decir, conducta indebida en el cargo.
El primer paso de Cook para contraatacar probablemente sea solicitar una orden judicial preliminar ante un tribunal federal de distrito. Esta vía fue establecida por Gwynne Wilcox, de la Junta Nacional de Relaciones Laborales, y Cathy Harris, presidenta de la Junta de Protección de Sistemas de Mérito, ambas despedidas por Trump a principios de este año. Si se concediera la orden judicial, es casi seguro que la administración Trump apelaría la decisión ante un tribunal
superior, y el caso finalmente llegaría a la Corte Suprema.
Como es natural, el ataque a la independencia de la Fed tiene un coste y este se está viendo en el incremento de las rentabilidades de los tramos largos de la curva del Tesoro y la cotización del dólar. En el momento de escribir el informe, el T-Note a 30 años rozaba un rendimiento de casi el 5% y el billete verde volvía a estar en niveles de 1,17EURUSD, si bien luego volvía a aflojar.



