La mayor caída de los bonos en 25 años: la deuda pública mundial ha perdido un 4.6% en 3T23

Ana Racionero (Intermoney) | Afortunadamente, durante la sesión americana de ayer, el mercado se daba la vuelta después del “sell off” tan brutal de renta fija y variable de estos días. Varios motivos daban lugar a este cambio. En primer lugar, unas ventas de vivienda estadounidenses en su nivel más bajo desde abril de 2020 y un consumo personal que avanzaba al rito más débil en más de un año, dando muestras de que las subidas de tipos estarían comenzando a trasladarse a la economía real y, por tanto, el fin del ciclo de subidas de la FED y el comienzo de las bajadas podría estar más próximo. En segundo lugar, las declaraciones del presidente de la FED de Chicago, Austan Goolsbee, advirtiendo del riesgo de que la FED “se pase de frenada” al hacer demasiado hincapié en la idea de que se precisen fuertes pérdidas de empleo para sofocar la inflación, y las de Thomas Barkin, su homólogo de la FED de Richmond, diciendo que E.E. U.U. probablemente terminaría por eludir una grave recesión. Por otro lado, las negociaciones sobre la huelga del sector automovilístico parece que comienzan a dar frutos, y el precio del petróleo retrocedía. Todo esto ayudaba a las bolsas a levantar cabeza. El dos años UST caía por debajo del 5.10%, lo que hacía que el USD perdiera fuelle.

Las bolsas asiáticas se contagiaban de la mejora del ánimo de la jornada americana. Una mejora del ánimo que se veía respaldada por el optimismo en cuanto al gasto durante las vacaciones de la Semana Dorada china, que prevé un resurgimiento “récord” de viajes y consumo, y por la posibilidad de un próximo encuentro entre Biden y Xi Jinping. Las recientes amenazas de intervención conseguían mantener el yen en el entorno de 149 frente al USD. La mayor caída de los bonos en 25 años también pasaba factura a los bonos japoneses, cuyo 30 años alcanzaba máximos desde 2013. Unos bonos que, tras la relajación del control de la curva de rendimientos, han tenido su peor comportamiento trimestral desde 1998, con un 3% de caída en el tercer trimestre. Fuera de Japón, la deuda pública mundial ha perdido un 4.6% durante ese periodo. Este aumento de las rentabilidades daba lugar una operación no programada de compra de bonos por parte del BOJ que recortaba medio pb la rentabilidad del diez años. El banco central se cuidaba muy mucho, no obstante, de que las compras, por valor de 300000 millones de yenes (unos 2000 millones de USD), no fueran tan fuertes como para lastrar al yen.

En Europa abríamos con unas tempranas declaraciones de Martins Kazaks, el “halcón” letón del BCE, diciendo que el banco central probablemente tendría que mantener los tipos durante un tiempo. Su colega Vujcic decía que confiaba en que la inflación se desacelere en los próximos meses, pero que veía riesgos de que el proceso de desinflación se estanque y que, en todo caso, habrá que ser cauto dadas las incertidumbres que se ciernen sobre el futuro. Vasle declaraba que el BCE probablemente habría terminado de subir los tipos. Claro que los comentarios de estos dos último se producían una vez publicado el dato estrella del día de la Eurozona, que no era otro que el IPC de septiembre, que alcanzaba su nivel más bajo en un año y batía todas las expectativas, con un descenso mensual del anterior 0.5% a un 0.3% vs 0.5% esperado, un 4.3% interanual desde el 5.2% previo vs 4.5% de las encuestas y un 4.5% la subyacente desde el 5.3% de agosto vs 4.8%. Estas cifras no hacen sino respaldar una pausa por parte del BCE y las expectativas de que haya alcanzado su tipo terminal al 4%. Ya antes de este dato, tanto el IPC holandés, como el francés, este último con un -0.6% mensual armonizado desde el anterior 1.1% vs -0.3% y un 5.6% interanual desde el 5.7% y vs 5.9%, habían mejorado las previsiones. El italiano, por el contrario, subía, y lo hacía además por encima de las estimaciones en todas sus categorías: 1.7% mensual armonizado desde el anterior 0.2% vs

1.3% y 5.7% interanual armonizado desde el 5.5% de agosto vs 5.4.%.

El Tesoro español anunciaba los bonos para la próxima subasta el 5 de octubre, a saber: el 2.35% SPGB 07/2033; EL 1.0% SPGB 07/2042; y un nuevo 3.50% SPGB 05/2029.

El Reino Unido, sin cifras los últimos días, parecía haberlas concentrado todas para hoy. El PIB final del segundo trimestre confirmaba el 0.2% trimestral, pero corregía el interanual en dos décimas al alza hasta el 0.6%. El consumo privado del mismo periodo lo corregía a la baja otras dos décimas hasta el 0.5%. La balanza de cuenta corriente caía de -10800 millones de GBP a -25300 millones de GBP (vs -14300 millones de GBP). Las aprobaciones de hipotecas retrocedían de 49.4k a 45.4k (vs 47.4k).

E.E. U.U. también cerraba la semana y el trimestre con una larga batería de cifras. Los inventarios minoristas descendían en agosto, con un -0.1%, una décima menos de lo previsto, y los mayoristas, al 1.1%, subían por encima del 0.5% esperado. Los ingresos personales, al 0.4%, igualaban las previsiones. El gasto personal, con un 0.4%, retrocedía una décima más de lo esperado, mientras que el gasto personal real, con un 0.1%, subía una décima por encima de lo previsto. El PCE deflactor, a pesar de que subía del 0.2% al 0.4%, lo hacía una décima menos del 0.5% esperado. En términos interanuales, subía del 3.3% al 3.5%, igualando las encuestas. En cuanto al deflactor subyacente PCE, medida de inflación preferida por la FED, caía del 0.2%, que se esperaba repetir, al 0.1%. En términos interanuales, retrocedía del 4.2% al 3.9%, como estaba descontado. Este buen dato de inflación indica que la política monetaria de la FED estaría funcionando, aunque, al casi doblar el interanual el objetivo del 2%, no terminaría de excluir por completo la posibilidad de una subida adicional de los tipos de interés. En todo caso, los mercados, que esta semana no han ganado para disgustos, festejaban el dato con subidas de bolsa. El dos años UST, que ayer mismo llegaba a pasar del 5.10%, retrocedía hasta el 5.02%, perjudicando al USD. El PMI de Chicago decepcionaba con un retroceso en septiembre del 48.7 de agosto al 44.1, empeorando el 47.6 de las encuestas. La lectura final de septiembre del índice de confianza del consumidor de la universidad de Michigan, por el contrario, se corregía al alza del 67.7 provisional al 68.1 en su apartado de percepción, y del 69.8 al 71.4 en el de situación actual. Las expectativas, no obstante, se rebajaban del 66.3 al 66. Las expectativas de inflación a un año confirmaban el 3.2% provisional, y a 5-10 años, subían del 2.7% al 2.8%.

Como broche a la jornada, al cierre europeo, el WTI había bajado de los 91 USD por barril.