Los CoCos europeos no cuentan con una cláusula de amortización total como los suizos

Banca March | Los gobiernos, las autoridades bancarias y bancos centrales a nivel global continúan realizando acciones para recuperar la confianza perdida en el sistema financiero tras la caída de 4 bancos en los últimos 11 días. 

El fin de semana la autoridades suizas en bloque – gobierno, banco central y regulador financiero – consiguieron orquestar la venta de Credit Suisse a su mayor competidor, UBS, en un canje de acciones – 1 acción de UBS por 22,48 de Credit Suisse – que valora el banco suizo en 3.000 millones de francos suizos, un 60% por debajo de su valoración del viernes. Además, el Banco Nacional de Suiza proporcionará una línea de liquidez por 100.000 millones de francos a UBS y la Confederación Suiza ha diseñado una protección para las pérdidas derivadas de restructuración, dotada con 9.000 millones de francos, que cubriría los excesos de pérdidas por encima de los 5.000 millones. También, la entidad suiza cuenta con la amortización de la deuda hibrida emitida por Credit Suisse, por lo que el colchón de protección conjunto es de 25.000 millones – 9.000 del gobierno y 16.000 de los bonos amortizados –. 

En este sentido, el acuerdo deja como daño colateral a los poseedores de deuda hibrida del banco rescatado, que fue dejada sin valor por parte de la autoridad financiera suiza, lo que provocó fuertes caídas en la deuda del mismo tipo correspondiente a bancos europeos. No obstante, el BCE y la Autoridad Bancaria Europea (EBA), han salido rápidamente a informar que este tipo de normativa no aplica a los CoCo europeos, pues estos no cuentan con una cláusula de amortización total como el de las entidades suizas.     

Por su parte, en Estados Unidos el First Republic volvió a sufrir un castigo en bolsa, pues sigue perdiendo la confianza de inversores y clientes, a pesar del apoyo explícito que brindaron varias entidades bancarias americanas. Ahora mismo, el CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, quiere volver a coordinar una nueva ronda de ayuda, con la posibilidad de convertir los 30.000 millones aportados en depósitos en capital para el banco. Finalmente, el fin de semana S&P Global, la agencia de rating, rebajó la nota de la deuda del banco a B+ desde BB+, ahondando en la caída dentro del high yield y manteniendo su perspectiva negativa. 

Conjuntamente, el fondo de garantía de depósitos amplió el plazo para las ofertas por SVB, permitiendo pujas por partes del banco, pues no se han recibido ofertas competitivas por la totalidad del mismo. El nuevo plazo se extiende hasta el miércoles para la subsidiaria de banca privada y hasta el viernes para el resto del banco. Por otra parte, la entidad gubernamental ha llegado a un acuerdo con New York Community Bancorp para que asuma los depósitos y adquiera parte de los préstamos de Signature Bank. 

Por otro lado, las autoridades americanas estudian la actuación del fondo de garantía de depósitos y como crear herramientas para proteger más allá de los límites de los 250.000 dólares. No obstante, miembros del gobierno consideran que las herramientas actuales han permitido proteger a los depositantes y generar liquidez a las entidades para cubrir la salida acelerada de dinero. 

En conclusión, estamos viendo como con acciones coordinadas de gobiernos y bancos centrales intentan sofocar los incendios generados por una política monetaria más restrictiva. La regulación y la voluntad política han permitido contener un mal mayor, no obstante, creemos que las consecuencias en la economía se irán notando en los próximos meses, pues la búsqueda de liquidez por parte de las entidades y la restructuración de sus carteras penalizará las condiciones de crédito, lo que terminará afectando al crecimiento. Por ello nos mantenemos cautos en la exposición a renta variable, apostando por el crédito de alta calidad y con duraciones cortas, mientras que mantenemos nuestra recomendación sobre el sector financiero con un claro sesgo a bancos europeos, cuyos ratios de capitalización y liquidez son más elevados. 

Hoy será una sesión de transición, a la espera de la decisión en tipos de la Fed. Conforme al guion esperado, la institución debería subir el precio oficial del dinero en 25 p.b., hasta el rango 4,75-5,0%, aunque con margen para la sorpresa habida cuenta de los convulsos acontecimientos vividos en las últimas semanas en torno al sector financiero. Con subida de tipos o no, lo más previsible es un cambio sustancial de mensaje y enfoque, teniendo en cuenta su papel de garante de la estabilidad financiera y lo avanzado del ciclo actual de tipos.