Si el final del PEPP se compensa con más APP, el impacto también estaría muy contenido

Santander Corporate & Investment | ¡El emperador está desnudo! Y el proceso de tapering se ha iniciado. Lo cual no tiene por qué tener un impacto inmediato en el mercado de crédito. Sobre todo si tenemos en cuenta que el PEPP sólo ha explicado el 25% de las compras de crédito corporativo del BCE durante el último año.

De hecho, aunque los efectos vía crowding out también se sentirán en el mundo de crédito, a priori sería, en valor relativo, un activo atractivo durante los primeros compases del proceso. Sobre todo el mundo €HY (BBs) que todavía vive la luna de miel de una combinación de mejoras de fundamentales, potencial de nuevos rising stars y un aún elevado crecimiento económico esperado para Europa en 2022 con la llegada de los fondos europeos (NGEU).

Además, si el final del PEPP se compensa con más APP, el impacto también estaría muy contenido. Según estimaciones de nuestros colegas de rates research, con unos  volúmenes de APP de €35-40mm/mes en 2022, el BCE compraría el 75-80% de las emisiones netas de gobiernos de ese año. Según sus estimaciones, el ritmo del PEPP será ahora de €20mm/semana este mes y de c€15mm en el 4T21 y 1T22 y será reemplazado por un APP que podría doblarse en tamaño y que podría ganar cierta flexibilidad a partir de marzo. Con todo, y por mucho que Lagarde insistiera en que “the lady isn’t tapering”, lo cierto es que, según Reuters, el BCE habría acordado recortar los volúmenes del PEPP para el 4T a la zona de los €60-70mm/mes desde los €80mm del 3T. Algo que además se anuncia a las puertas del arranque hoy de un Ecofin informal en Eslovenia con los frugales “abiertos a un debate sobre la mejora de la gobernanza económica y fiscal, incluido el Pacto de Estabilidad y Crecimiento” (FT) pero con miras a la posible discusión sobre la desactivación de la cláusula general de escape (prorrogada hasta finales de 2022).