Europa se mantiene por delante de EEUU

Edmond de Rothschild AM | El Senado estadounidense, con cierto apoyo demócrata, logró evitar un cierre y prorrogar el presupuesto hasta septiembre. Sin embargo, algunas decisiones de la administración Trump avivan la inquietud sobre la economía tras las decepcionantes cifras de ventas minoristas y los indicadores de confianza. A pesar de la ligera recuperación de las ventas al por menor en febrero, las cifras solo subieron un 0,2%, por debajo del 0,6% esperado. Asimismo, las cifras de confianza industrial se desplomaron, con un índice Empire State que bajó 20 puntos, es decir, bastante menos de lo esperado (-2), debido al descenso de los nuevos pedidos y a una subida sustancial de los precios de las empresas. En cuanto a la construcción de viviendas, el índice NAHB perdió más terreno, cayendo a 39 desde los 42 de febrero. Todo ello contrasta con el optimismo reinante en Europa tras la decisión de Alemania de impulsar el gasto. La CDU/CSU, el SPD y los Verdes acordaron crear un fondo de 500.000 millones de euros que durará 12 años, en lugar de 10 como se había sugerido inicialmente. 400.000 millones de euros se destinarán a infraestructuras. Para satisfacer las demandas ecologistas, los 100.000 millones de euros restantes se destinarán a medidas contra el cambio climático. La reforma del freno de la deuda excluirá los gastos de defensa superiores al 1% del PIB e incluirá ámbitos como la protección civil, la seguridad informática, los servicios de inteligencia y la ayuda a países como Ucrania. El plan supone un espaldarazo para Alemania y Europa, y ha hecho subir a los mercados europeos de renta variable. Sin embargo, hay que ser prudentes sobre cuándo se gastará realmente el dinero.

En cuanto al conflicto ucraniano, la conversación telefónica de Donald Trump con Vladimir Putin condujo a un alto el fuego de 30 días solo para los emplazamientos de infraestructuras energéticas. También se llegó a un acuerdo sobre el intercambio de prisioneros, pero el trato quedó muy lejos de los términos que Washington acordó con Kiev la semana pasada. La nueva postura de la política exterior estadounidense hace aún más necesario que Europa refuerce sus capacidades de defensa.

Varios bancos centrales celebraron reuniones a lo largo de la semana. La Fed mantuvo los tipos sin cambios y dijo que esperaba recortarlos dos veces este año. Sin embargo, revisó 30 pb al alza su previsión de inflación, hasta el 2,8%, y redujo 40 pb su previsión de crecimiento, hasta el 1,7%. En un tono más positivo, también redujo el ritmo de sus medidas para reducir su balance, pasando de 25.000 millones de dólares al mes a 5.000 millones de dólares en notas del Tesoro a partir de abril. En general, el mensaje de Jerome Powell se consideró ligeramente moderado. Dijo que la incertidumbre sobre las perspectivas económicas había aumentado, pero que las expectativas de inflación de la Universidad de Michigan eran un «valor atípico» e insistió en que los datos macroeconómicos seguían siendo sólidos. El Banco de Inglaterra y el Banco de Japón también mantuvieron los tipos sin cambios; la inflación en Reino Unido se está mostrando resistente y la inflación subyacente en Japón se está acelerando, aunque la inflación de los servicios se esté ralentizando. El Banco Nacional de Suiza recortó su tipo de referencia un 0,25% gracias a la suave inflación, pero el banco central de Brasil llevó sus tipos al 14,25% para luchar contra la elevada inflación.

Dada la incertidumbre actual y la probabilidad de que los aranceles a la importación resulten inflacionistas, los inversores han recurrido a activos refugio como el oro. La onza alcanzó un máximo histórico de 3.057 dólares esta semana.

Todos estos factores nos han animado a mantener la cautela sobre los activos de riesgo. Los indicadores adelantados han caído en EE.UU. y la incertidumbre geopolítica es elevada. Sin embargo, la corrección del mercado, especialmente en EE.UU., nos ha llevado a adoptar una posición tácticamente neutral en renta variable. Dadas las perspectivas de aumento del gasto presupuestario en la eurozona, seguimos siendo neutrales en cuanto a la duración y seguimos prefiriendo las estrategias carry.