Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Una vez que los principales bancos centrales occidentales han “comunicado” a los mercados la posible evolución de sus tipos de interés oficiales hasta finales de ejercicio, los inversores deberán centrarse a partir de ahora en lo verdaderamente importante: el escenario macroeconómico al que se enfrentan las compañías cotizadas y cómo el mismo va a influir en sus expectativas de resultados. En este sentido, cabe destacar que la agenda macroeconómica de la semana que hoy comienza es bastante intensa, siendo la cita más relevante la publicación en EEUU el próximo viernes del índice de precios del consumo personal, el PCE, correspondiente al mes de agosto. Como siempre señalamos, esta es la variable de precios que utiliza la Reserva Federal (Fed) para proyectar la inflación y la que tiene en cuenta a la hora de diseñar su política monetaria.
Los inversores dan prácticamente por hecho que, si la inflación se mantiene a los niveles actuales, cercanos al 3%, y, por tanto, sensiblemente por encima del objetivo del banco central del 2,0%, la Fed volverá a bajar sus tasas de interés dos veces más en lo que resta de ejercicio: en octubre y diciembre, dada la debilidad que viene mostrando el mercado laboral de EEUU y el margen de maniobra que todavía mantiene el organismo, al ser su política monetaria actual todavía algo restrictiva. No obstante, cualquier cambio en el comportamiento de la inflación o del mercado laboral podría provocar modificaciones en el escenario de tipos descontado por los mercados, de ahí la relevancia que para los inversores tiene la publicación del mencionado PCE.
Pero, además, mañana la consultora S&P Global dará a conocer en la Eurozona, sus dos principales economías: Alemania y Francia, el Reino Unido y EEUU las lecturas preliminares de septiembre de sus índices adelantados de actividad sectoriales, los PMIs manufactureros y de servicios. En principio se espera que la actividad privada haya seguido expandiéndose ligeramente en términos mensuales en las principales economías europeas y que lo haya hecho a un ritmo más elevado en EEUU. Cualquier lectura que muestre mayor debilidad de la actividad de la esperada por el consenso de analistas sería negativamente recibida por los mercados de acciones.
Por su parte, el miércoles el instituto alemán IFO publicará sus índices de clima empresarial del mes de septiembre para Alemania. No se esperan grandes cambios ni en la percepción que tienen las empresas alemanas de la situación actual ni en sus expectativas, que en ambos casos son bastante “pobres”.
Por último, cabe destacar que el jueves se dará a conocer en EEUU la lectura final del PIB del 2T25, para la que no se esperan sorpresas, con esta variable habiendo crecido al nada despreciable ritmo del 3,3% intertrimestral en términos anualizados.
Hoy, y en una sesión en la que las agendas macroeconómica y empresarial son bastante livianas, destacando únicamente en la primera de ellas la publicación por parte de la Comisión Europa (CE) de la lectura preliminar de septiembre del índice de confianza de los consumidores para la Eurozona, esperamos que los principales índices de las bolsas europeas abran la jornada de forma mixta y sin grandes cambios, con un ojo puesto en Wall Street, mercado que será, cuando abra, el que determine la tendencia de cierre para estos mercados. Por lo demás, comentar que esta madrugada, y tal y como se esperaba, el Banco Popular de China (PBoC) ha mantenido sin cambios a niveles de mínimos históricos sus principales tasas de interés de referencia, la de a un 1 año en el 3,0% y la de a 5 años en el, 3,5%, y ello a pesar de que la economía china sigue dando síntomas de estancamiento.
Finalmente, señalar que esta madrugada las bolsas asiáticas han cerrado de forma mixta, con la japonesa al alza, recuperándose de la caída del pasado viernes, y la de Hong Kong liderando las caídas, lastrada por el negativo comportamiento de su sector tecnológico; que el dólar recupera algo de terreno frente al resto de principales divisas; que el precio del petróleo viene al alza, al igual que el precio del oro; y que las principales criptomonedas vienen todas ellas claramente a la baja.