El cierre más largo de EEUU no frena al mercado: la tensión se traslada a la IA, a la renta fija y al petroleo

Mario-Catalá-Martín

Mario Catalá (Portocolom AV) | Tras 43 días de cierre, la semana pasada republicanos y demócratas llegaron a un acuerdo terminando así con el periodo más prolongado de cierre administrativo en la historia de Estados Unidos. El cierre prolongado de la administración estadounidense ha limitado la visibilidad sobre varios sectores clave de la economía, especialmente el empleo. Sin embargo, los datos disponibles refuerzan una visión positiva y subrayan la divergencia entre los indicadores “hard data” (datos oficiales, con mediciones objetivas y cuantitativas como el PIB o la tasa de desempleo) y “soft data” (datos basados en encuestas y percepciones, más subjetivos, como puede ser la confianza del consumidor y los PMIs). 

Pero como indicaba la estadística, el impacto en los mercados ha sido nulo, y ahora éstos se centran fundamentalmente en entender dos cosas:

  1. las fortísimas inversiones que se están produciendo en todo el sector de la IA, ¿generarán grandes resultados a futuro o acabarán provocando una fuerte caída de los mercados? 
  2. ¿qué va a ocurrir con los tipos de interés en Estados Unidos?. El mercado parece estar decantándose por la estabilidad en la reunión de diciembre, ya que no se van a conocer datos oficiales de variables tan importantes como el empleo hasta los primeros días de diciembre, y muy probablemente los datos de octubre no se lleguen a conocer nunca. 

Los PMIs mantienen su tendencia favorable, con el PMI Manufacturero correspondiente a octubre situándose en 52,5 frente al 52,2 anterior, mientras que el PMI de Servicios, aunque no cumplió las estimaciones, avanzó hasta 54,8 desde el 54,2 de septiembre. En cuanto al PIB, no se dispone de cifras oficiales por el cierre administrativo, pero la FED de Atlanta proyecta un crecimiento del 4% para el último trimestre del año, lo que situaría el PIB en torno al 2,6% en 2025. Las ventas minoristas también permanecen sin datos oficiales. 

La confianza del consumidor continúa mostrando debilidad en las encuestas a futuro. The Conference Board registró en octubre una ligera mejora hasta 94,6 frente al 93,4 anterior, mientras que la Universidad de Michigan redujo su lectura a 50,3, cerca de mínimos históricos. En el mercado laboral, la falta de datos oficiales deja como referencia la encuesta ADP, que en octubre añadió 42.000 empleos frente a los 32.000 esperados, aunque algunas empresas importantes de recolocación alertan de que la cifra de despidos estaría aumentando significativamente en octubre, en un contexto en el que cada vez crece más la adopción de inteligencia artificial, está cayendo el gasto de los consumidores y las políticas arancelarias de Trump conllevan un aumento del coste de aprovisionamiento. 

En materia de precios, el IPC de septiembre se situó en el 3%, una décima por encima del mes anterior y mejor de lo previsto. La inflación subyacente marcó el mismo nivel, 3%. Para noviembre, la FED de Cleveland estima un IPC del 2,97% y un subyacente del 2,95%, con proyecciones para el trimestre en 3,32% y 3,09% respectivamente. El PCE sigue sin datos oficiales, aunque las estimaciones apuntan a 2,86% y 2,91% en términos subyacentes. Desde enero de 2020, la inflación acumula ya un crecimiento anual del 4%. 

En política monetaria, la FED redujo en octubre el tipo de interés de referencia en 25 puntos básicos, situando el rango en 3,75%-4%. Tras la reunión, el mercado descontó con una alta probabilidad una nueva bajada en la última reunión de este año, pero las últimas declaraciones de los miembros más “hawkish” de la FED, mostrando clara preocupación por el posible rebote de la inflación en el país, ha hecho que el consenso no vea tan clara esa bajada adicional en diciembre. 

En las bolsas estadounidenses, la semana pasada cerró con mínimos cambios, a pesar de la volatilidad experimentada especialmente en la sesión del viernes, que de nuevo fue de menos a más. El S&P 500 logro terminar en terreno positivo al concluir en 6.734,11 puntos (+0.08%), pero el Nasdaq 100 no lo logró, ya que son los valores tecnológicos los que se están viendo más afectados por los repuntes de la volatilidad. En cualquier caso, la corrección fue mínima (-0,21%) y cerró por encima de los 25.000 puntos. 

En Europa, el panorama macroeconómico sigue siendo positivo, aunque con notables diferencias entre países, como reflejan los PMIs y los datos de empleo. El PMI manufacturero de octubre alcanzó el nivel de equilibrio en 50, con países como Suecia, Grecia y España con valores muy por encima de 50, frente a Alemania, Italia, y especialmente Francia, en el rango bajo. El PMI de servicios superó las previsiones al subir hasta 53 desde el 51,3 anterior, impulsado por Irlanda, España y Suecia. 

El PIB del tercer trimestre se situó en el 1,3%, una décima por encima de lo esperado, aunque por debajo del 1,5% registrado en los dos primeros trimestres del año. Las ventas minoristas mantienen su tendencia positiva, con un crecimiento anualizado del 1% en septiembre y revisión al alza del dato anterior hasta el 1,6%, completando un año consecutivo de avances. La confianza del inversor medida por el Instituto ZEW mejoró en noviembre hasta 25, frente al 22,7 previo y por encima de lo esperado. 

La tasa de desempleo permanece estable en el 6,3%, aunque con fuertes contrastes: España alcanza el 10,4%, Finlandia el 9,3% y Suecia el 8,7%, mientras que Alemania, Países Bajos y Polonia se sitúan entre el 3,5% y el 3,7%. El consumo interno sigue sin despegar, aunque no por falta de capacidad de gasto. Las tasas de ahorro alcanzan niveles no vistos desde la pandemia, lo que podría traducirse en un mayor crecimiento si mejoran las condiciones socioeconómicas. 

En cuanto a precios, el IPC provisional de octubre descendió una décima hasta el 2,1%, mientras que la inflación subyacente se mantuvo en el 2,4%, corroborando que la inflación se ha estabilizado mucho en Europa, por lo que no sorprendió que el BCE mantuviese por tercera reunión consecutiva los tipos de referencia sin cambios, con la facilidad de depósito en el 2%. El mercado anticipa estabilidad y una posible reducción adicional de 25 puntos básicos a mediados de 2026 si los datos macroeconómicos lo permiten. 

En China, los datos de octubre reflejaron el impacto de la festividad de la semana dorada, aunque la tendencia general de la economía no muestra cambios significativos. El PIB del tercer trimestre se situó en el 4,8%, una décima por encima de las previsiones, lo que probablemente permitirá cerrar el año por encima del objetivo gubernamental del 5%. Los PMIs se mantienen en la frontera del 50, con el manufacturero corrigiendo hasta 49 (por debajo del 49,6 esperado), mientras que el de servicios se ubicó en 50,1, en línea con las estimaciones. 

El comercio exterior sufrió un retroceso tras el fuerte avance de septiembre, las exportaciones cayeron un 1,1% y las importaciones crecieron un 1,1%, ambos por debajo de lo previsto. La producción industrial mostró un repunte significativo en septiembre, hasta el 6,5% frente al 5,2% anterior. La tasa de desempleo mejoró una décima en septiembre, situándose en el 5,2%, nivel que parece consolidarse. En precios, el IPC de octubre repuntó hasta el 0,2%, la mayor lectura del año y primera positiva desde junio, mientras que el IPP mejoró hasta -2,1% desde -2,3%. El incremento del IPC se atribuye principalmente al aumento del consumo durante la semana festiva, aunque queda por ver si esta tendencia será coyuntural o se consolidará. 

Los mercados de renta fija han sido los más afectados ante el cambio de previsión respecto a la próxima decisión que tomará la FED en su última reunión del año. Hace unas semanas el mercado apostaba a que se produciría una nueva bajada de 25 puntos básicos, con una probabilidad superior al 90%, pero al cierre de la semana esa probabilidad se quedaba por debajo del 45%, en cualquier caso, quedan más de tres semanas para que se reúna la FED y los datos podrían alterar nuevamente las previsiones. La consecuencia directa fue que la rentabilidad de la deuda pública repuntaba un mínimo de 5 puntos básicos al cierre de la semana. El Treasury a 10 años terminaba en el 4,15% mientras que el Bund lo hacía en al 2,72% y el Bono en el 3,23%. La tendencia podría continuar durante los próximos días ya que no será hasta el viernes cuando tengamos los primeros datos de relevancia sobre la economía estadounidense que puedan servir de guía al mercado.

En cuanto a los mercados alternativos, se vieron subidas en los metales preciosos, sector que experimento un notable repunte de la volatilidad. Así, el oro vio como entre máximo y mínimo semanal hubo más de un 6% de diferencia, que en el caso de la plata superó el 12%. Al cierre de la semana el oro se anotó un 2,23% al cerrar en 4.094,20 USD/Onz. 

Por su parte, el petróleo está inmerso en un continuo cambio de tendencia. Mientras que por un lado el consenso dice que hay un claro exceso de oferta que no se va a corregir en el corto plazo, por el otro, los ataques ucranianos a activos petroleros rusos y los problemas climáticos en el Golfo de Méjico afectan a los niveles de producción. En esta ocasión la semana concluía con una subida del precio del Brent del 1,19% hasta los 64,39 USD/b, nivel que sigue aportando deflación en Europa

La temporada de resultados se encuentra en su fase final y se la puede considerar como muy positiva ya que las compañías estadounidenses están cerca de doblar las previsiones iniciales del crecimiento del Beneficio por Acción, a expensas de lo que publique Nvidia el próximo día 19. Hasta la fecha han presentado sus resultados 456 compañías del S&P 500 con un crecimiento del BPA medio del 15,9% (estimación inicial +8,5%), de ellas un 83% superando las estimaciones y únicamente un 13% presentando por debajo de lo previsto.