Fernando Marcos (Intermoney) | La sesión de ayer se cerró con avances en la renta variable gracias el renovado optimismo sobre el retroceso de la inflación americana y al anuncio de medidas de estímulo a la economía China. Sobre el dato macroeconómico clave convergen comentarios especialmente positivos. De la mayor o menor cifra o de su interpretación va a depender, en gran medida, la senda de los mercados en el corto plazo, mientras el dólar continúa debilitándose.
En Japón se ha publicado el índice de precios industriales: 4,1% contra 4,4% esperado y 5,1% anterior. Manifiesta una clara desaceleración, ligeramente por encima de lo esperado en junio y supone un mínimo desde abril de 2021. No obstante, debemos valorar que la cobertura del índice se extiende a todos los sectores industriales, pero no a la construcción, cuya ponderación el PIB no ha parado de subir desde el 2014. Podemos calificarlo como positivo, al contribuir a controlar las presiones inflacionistas y reafirma el criterio del BOJ en su política monetaria ultra expansiva.
En nuestras antípodas, Nueva Zelanda, mantiene los tipos de 5.50% al considerarse que las tasas de inflación siguen disminuyendo, aunque en marzo fue de 6.7%, favorecidas por la normalización de las cadenas de suministro internacionales, el descenso de los costes de transporte y de los precios de la energía. Después de dos años de subidas, con un aumento de 525 pb en el precio del dinero, se sienten cómodos para alcanzar su objetivo de inflación ente el 1% y el 3%
En el mercado de petróleo nos hemos topado con subidas del Brent por encima de los 79 dólares y del West Texas por encima de los 74 dólares, favorecidas por las caídas del dólar y sobre todo, por los recortes de producción de Arabia Saudí, desesperada por volver a controlar los precios y que desde el aumento de producción venezolano, de Rusia, pese a las sanciones occidentales y de China, que para impulsar la producción nacional está alargando la vida útil de sus yacimientos de alta mar y de esquisto; se estaba viendo incapaz.
En EE. UU., la TIR del T-Note caía 2pb, situándose en el 3,97% y el diferencial entre los bonos a 2 y 10 años se amplío un poco, hasta -90pb un -5 pb más.
En clave domestica IPC de junio final confirma 1,9% desde 3,2% anterior. La subyacente también repite el 5,9% confirmando la moderación, aunque mantiene fuertes presiones inflacionistas del lado de los servicios. Me sorprende el renovado optimismo cuando pese a que el índice general parece dar tregua, los alimentos continúan con una brutal alza de precios del 10,3% y tradicionalmente siempre repunta a finales de año.
La subasta del 10 años Alemania se saldó con la emisión de 4.115,000,000 € otorgando una rentabilidad del 2.64% frente al 2.43% anterior. Por fin el Índice de Precios al Consumo (IPC) de Estados Unidos está sobre la mesa. Ha cerrado el mes de junio con una subida interanual del 3%, que es una décima menor del previsto y nada menos que un punto porcentual por debajo del 4% registrado en mayo, tratándose de su nivel más bajo en más de dos años. La inflación subyacente, que excluye el precio de la energía y de los alimentos frescos, ha aumentado un 0,3% en junio, su menor avance desde agosto de 2021, con una anual de 4.8%, mientras que el consenso apuntaba al 5%. Este descenso podemos achacarlo en gran parte a un elevado efecto base del año pasado, cuando la subida de los precios de la energía y los alimentos escaló la tasa de inflación a máximos de 1981, marcando un 9,1%.
Tras el dato las compras en el corto se reactivaron, cediendo algo de rentabilidad, el año pierde en torno a 0.2%. Las curvas 5 vs 10 y 10 vs 30 años van adquiriendo algo más de pendiente, los bonos europeos se dejan 0.30% en el 5 años, 0.58% en el 10 años y 0.63% para el 30. El Dow Jones sube un 0.64%, S&P 500 sube un 0. 85% y el NASDAQ 1.15%. El euro/dólar alcanza 1,11 por primera vez desde marzo de 2022.
Sin embargo, los analistas ven poco probable que el dato disuada a la Reserva Federal de subir los tipos de interés solo un cuarto de punto a finales de este mes, pero sí que sea la última del ciclo actual. Las declaraciones para moderar las expectativas se van sucediendo a uno y otro lado del Atlántico. Desde Vujcic del BCE que admite que ve riesgos de inflación elevados, pero más equilibrados; hasta Kashkari de la Fed, que insiste en recordarnos que la alta inflación sigue siendo una realidad indubitable y mantiene que los supervisores bancarios deben asegurarse de que todos los bancos están preparados para soportar un entorno de tipos más altos. Siendo una gran noticia para la economía, no dejan de recordar que se trata de una situación transitoria.
La próxima reunión de la institución tendrá lugar el próximo 26 de junio y como siempre acarreará enormes expectativas, pero parece que en principio se impone la prudencia. Parafraseando a Sheldon Cooper
“El miedo a las alturas es ilógico. El miedo a caer, por otro lado, es prudente y evolucionista”



