Ana Racionero (Intermoney) | El inesperado dato americano de ayer de ventas minoristas provocaba una gran subida de las rentabilidades, especialmente la del 2 años UST, que llegaba a alcanzar casi el 4.70%, lo que llevaba la inversión de la curva 2s10s por encima de los 90 pb por primera vez desde principios de los años 80, y prorrogaba las expectativas de endurecimiento de la FED hasta el verano. El mercado de swaps llegaba a descontar un pico de interés del 5.30% en julio.
En Europa, Lagarde reiteraba al cierre de ayer la intención de subir los tipos de interés de la zona euro 50 pb en marzo, dadas las presiones derivadas de la inflación subyacente, y decía que a partir de ahí volverían a evaluar la posterior trayectoria de su política monetaria.
De forma que hoy abríamos con los bonos marcadamente a la baja. Fabio Panetta se mostraba “ansiosamente optimista” sobre las perspectivas de inflación y abogaba por pequeños aumentos de los tipos de interés, que permitirían calibrar mejor el ajuste de la política monetaria, y por un enfoque dependiente de los datos, que evitaría errores costosos y el riesgo de un ajuste excesivo. Nagel también intervenía por la tarde diciendo que no veía los tipos aún en niveles restrictivos. Lane decía que gran parte del efecto del endurecimiento de la política monetaria aún no se habría dejado sentir.
Las bolsas europeas subían por cuarto día consecutivo ante la continuación de los buenos resultados empresariales. El CAC francés, en particular, escalaba un 1% y se situaba cercano a cerrar en máximos históricos. Aunque los datos americanos enfriaban el optimismo con nuevos signos inflacionistas. Los precios de producción superaban con creces las previsiones, y las solicitudes semanales de subsidio por desempleo salían nuevamente por debajo de las estimaciones. Por añadidura, Loretta Mester, presidenta de la FED de Cleveland, declaraba ver argumentos muy convincentes para una subida de 50 pb. Todo lo anterior se traducía en nuevas ventas de bonos y subidas de rentabilidades, a pesar de que los datos eran mixtos, puesto que la construcción de nuevas viviendas retrocedía por quinto mes consecutivo, como consecuencia de los crecientes costes hipotecarios, y el panorama de la FED de Filadelfia se precipitaba al -24.3.
El Tesoro español celebraba una subasta de bonos en la que reabría el SPGB 0.80% 07/2027, el SPGB 0.80% 07/2029 y el SPGB 2.55% 10/2032. Del primero adjudicaba 1351 millones de euros, con un interés medio del 3.069%. Del segundo, 2600 millones de euros con un rendimiento medio del 3.206%. Del tercero, 2031 millones de euros con una rentabilidad media del 3.399%. En total colocaba 5982 millones de euros de un objetivo de colocación de 5500- 6500 millones de euros. La subasta tenía buena aceptación, con un “overbidding” en el SPGB 07/29 de 5 céntimos por encima del precio marginal respecto a los cruces de mercado al cierre de esta, y de 12 céntimos en el SPGB 10/32.
El Tesoro italiano, a su vez, emitía, vía sindicado, un nuevo BTP a 30 años con vencimiento 1/10/2053.
El petróleo vivía un movimiento de ida y vuelta en paralelo al apetito por el riesgo, subiendo el WTI por encima de los 79 USD por barril para retroceder al entorno de los 78 USD por barril.
Las rentabilidades volvían a cerrar al alza, y el EURIBOR ascendía hasta el 3.587%. Las curvas retomaban la senda del aplanamiento que ha sido la tónica general de la semana, tras el efímero empinamiento de ayer. Las primas de riesgo, que se habían ampliado a lo largo de la sesión con motivo del sindicado italiano, cerraban a los mismos niveles, quizás por el comentario de Panetta de que el mecanismo de transmisión podría ser más fuerte que en el pasado.