Ana Racionero (Intermoney) | Los magníficos PMI estadounidenses de ayer daban un nuevo impulso a las ventas de bonos, de manera que, a la apertura, nos encontrábamos con una nueva subida de las rentabilidades y un descenso del EURUSD.
La confianza empresarial francesa se mantenía al 98, en línea con las encuestas. Los precios de producción patrios caían un -0.3% mensual y un -6.3% anualizado, y las aprobaciones de hipoteca se reducían un -19.1%. Aunque el dato del día venía de la mano del IFO, y el mal resultado se sumaba a la mala cifra de confianza del consumidor y a los pobres PMIs que no presagian nada bueno para la Eurozona en el flamante año en curso. La situación empresarial caía del 86.4 al 85.2 vs 86.6, la evolución actual, del 88.5 al 87 vs 87 y las expectativas, del 84.3 al 83.5 vs 84.8. Las cifras, pese a todo, tenían poco impacto en el mercado ya que la atención la centraba hoy el BCE, y la expectación poco tenía que ver esta vez con la decisión sobre los tipos, ya que, por unanimidad, se daba por hecho un mantenimiento de éstos al 4%, sino con las posibles pistas del posterior comunicado y la rueda de prensa para desentrañar el ritmo de las rebajas. El Norges Bank se le adelantaba y mantenía el tipo de interés por unanimidad al 4.50%, tal y como se esperaba, no sin matizar que lo mantendrá ahí durante algún tiempo, fortaleciendo así a la corona noruega. El BCE, en efecto, mantenía tipos por tercera reunión consecutiva, y, en su comunicado, se reiteraba en que éstos deberán ser mantenidos en un nivel lo suficientemente restrictivo durante el tiempo suficiente.
En resumen: mantiene el plan de comenzar a reducir la cartera del programa PEPP en el segundo semestre; revisará regularmente la contribución de los LTROS a la política monetaria; continuará con un enfoque dependiente de los datos; las pasadas subidas de tipos han sido transmitidas con fuerza; la tendencia descendente de la inflación subyacente ha continuado y el endurecimiento de las condiciones de financiación está frenando la demanda, lo que a su vez está forzando la inflación a la baja. Lagarde, en su rueda de prensa, comentaba que los datos señalan debilidad en el corto plazo, aunque el mercado laboral se mantiene sólido; el rebote de la inflación en diciembre fue más débil de lo esperado y la práctica totalidad de las medidas de la subyacente cayeron; la inflación continuará aflojando a lo largo de 2024; los indicadores de las expectativas de inflación a corto plazo han caído notablemente; los riesgos para el crecimiento permanecen inclinados a la baja, mientras que las tensiones geopolíticas, así como los salarios y los márgenes de beneficio inclinan los riesgos para la inflación al alza; hubo consenso en que el debate de recortes de tipos es prematuro; se mantiene en lo que dijo acerca del momento de la primera bajada.
Todos estos comentarios eran interpretados por el mercado como “dovish”, por lo que las bolsas subían y las rentabilidades descendían, especialmente en el corto plazo, dando lugar a un empinamiento de las curvas. El EURUSD caía al 1.0854. A pesar de que Lagarde se reafirmaba en su previsión de situar la primera bajada de tipos en junio, los mercados monetarios mantenían sus apuestas a una primera rebaja en abril al 63% y descuentan un total de 50 pb de bajada de aquí a junio.
En E.E. U.U. también se vivía una jornada intensa, con la publicación de un gran número de datos, siendo el de mayor importancia el PIB adelantado del cuarto trimestre, que volvía a poner de manifiesto el milagro americano con un inesperado incremento del 3.3% anualizado, muy por encima del 2% previsto. Por el contrario, el índice de precios PIB crecía por debajo de lo esperado al 1.5% vs 2.2%. El subyacente igualaba el 2% estimado. El consumo personal también mejoraba las previsiones con un 2.8% vs 2.5%. Los inventarios minoristas subían en diciembre un 0.8% vs 0%, y los mayoristas, un 0.4% vs -0.2%. Las órdenes de bienes duraderos, por el contrario, se estancaban en lugar de crecer el 1.5% previsto por las encuestas. Las peticiones iniciales de subsidio por desempleo se incrementaban esta semana de 187k a 214k vs 200k. Los reclamos continuos ascendían igualmente por encima de las previsiones. La sorpresa del PIB impulsaba a la renta variable a nuevos máximos históricos y al S&P cerca de los 4900 puntos.
La mejora del sentimiento respecto de China, la reducción de las reservas estadounidenses y la inesperada cifra de PIB elevaban el precio del petróleo hasta máximos de ocho semanas, con el WTI pasando de los 76 USD por barril.