Los PMI arrojan un panorama económico muy diferente a ambos lados del Atlántico

Ana Racionero (Intermoney) | La avalancha de emisiones de ayer en la Eurozona, que ya ha alcanzado un récord este enero, provocaba un aumento de las rentabilidades que, al concentrarse en el largo plazo, tenía como consecuencia un empinamiento de las curvas. El peor comportamiento de los Bunds respecto de los UST daba lugar a un estrechamiento del “Atlantic Spread”. E.E. U.U. también igualaba ayer su récord de importe en su subasta a dos años, con 60000 millones de USD. La revalorización del USD frente a sus pares llevaba al EURUSD a su nivel más bajo en seis semanas.

Los rendimientos de los JGB también ascendían, con el bono a 10 años alcanzando el 0.72%, debido a las expectativas de una próxima subida de tipos por parte del BOJ que sería la primera desde 2007, favoreciendo al yen, que volvía a bajar de 147 vs USD, y a las acciones bancarias japonesas. La balanza comercial nipona sorprendía con un inesperado superávit en diciembre de 62100000 de yenes debido tanto a un descenso de las importaciones superior a lo previsto, como a un aumento de las exportaciones que podría indicar que su economía ha vuelto a crecer en el último trimestre. Los PMI subían respecto del mes anterior hasta un 48 el manufacturero, un 52.7 el de servicios y un 51.1 el compuesto. El anuncio por parte del BPC de un nuevo recorte del coeficiente de las reservas bancarias obligatorias, entre otras medidas de estímulo, no terminaba de convencer a los inversores, de manera que las bolsas continentales volvían a ceder. El país sigue avanzando en su apertura del sector financiero, y el organismo de control autorizaba a otros 10 bancos extranjeros a suscribir bonos, ampliando a 13 el número de suscriptores foráneos.

El año no ha comenzado con buen pie para la zona euro. Después del inesperado descenso ayer de la confianza del consumidor, los PMI también decepcionaban. Francia mejoraba las previsiones con un 43.2 en el de fabricación, aunque defraudaba con un 45 en el de servicios y un 44.2 en el compuesto. Alemania las mejoraba asimismo en el de fabricación con un 45.4, para desencantar con un 47.6 en el de servicios y un 47.1 en el compuesto. Del mismo modo, el conjunto de la Eurozona superaba las expectativas con un 46.6 en el manufacturero, pero, sin embargo, no las alcanzaba con un 48.4 en el de servicios y un 47.9 en el compuesto. Estas lecturas reflejan que, tanto las dos principales economías, como la Eurozona en su conjunto permanecen ancladas en niveles de contracción debido a la debilidad de la demanda, lo que desataba compras de bonos. La renta variable europea subía liderada por las acciones tecnológicas tras la publicación de los resultados de ASML, que registraba un récord trimestral de pedidos, señal de un posible repunte de la demanda de equipos avanzados para la fabricación de chips.

Los PMI del Reino Unido, por el contrario, subían y mejoraban las encuestas en sus tres categorías con un 47.3 el de fabricación, un 53.8 el de servicios y un 52.5 el compuesto. Sin embargo, las tendencias de órdenes industriales caían por encima de las previsiones hasta el – 30, mientras que las tendencias de precios de ventas subían al 9 vs 5. El optimismo empresarial mejoraba del -15 anterior a un -3. La mejora de los PMI británicos rebajaba las apuestas de recortes por parte del BOE para este año a menos de 100 pb, impulsando a la GBP.

Los PMI estadounidenses mejoraban considerablemente. A destacar el de fabricación, que salía de niveles de contracción con un 50.3 desde el anterior 47.9 y frente al 47.6 esperado. El de servicios subía a 52.9 vs 51.5, y el compuesto ascendía de 50.9 a 52.3 vs 51.0. Los PMI reflejan la solidez de la economía americana y su resistencia a unos tipos de interés a niveles elevados que quita presión a la FED para bajarlos, al contrario que el BCE. Esta diferencia entre los PMI de la Eurozona y los estadounidenses y, por ende, de las expectativas sobre tipos a ambos lados del Atlántico daban lugar a una nueva ampliación del “Atlantic Spread”. La renta variable estadounidense avanzaba ante una nueva constatación de la posibilidad de que E.E. U.U., efectivamente, sea capaz de solventar la crisis de inflación con un “aterrizaje suave”, aunque el “rally” venía de atrás con los buenos resultados de Netflix, que registraba su mayor aumento de clientes desde la pandemia, lo que elevaba sus acciones un 10% antes de la apertura.

El BOC mantenía el tipo de interés del USD canadiense sin cambios al 5%, en línea con las expectativas.

El WTI subía hasta superar los 75 USD por barril ya que, además de la mejora del sentimiento respecto de China por los nuevos estímulos, según la API, las reservas de crudo estadounidenses disminuyeron en casi 7 millones de barriles. El bitcoin se recuperaba ligeramente y volvía a pasar de los 40000 USD.