Los tipos hipotecarios en E.E. U.U. saltan al 7.23%, su nivel más alto desde mayo de 2001

Ana Racionero (Intermoney) | Las solicitudes de subsidio por desempleo inferiores a lo esperado, junto con las declaraciones de diferentes miembros de la FED y del BCE desmantelando la tesis de que hayamos alcanzado el pico de interés, daban la vuelta en la tarde de ayer al movimiento de bajada de rentabilidades que ha dominado esta semana y desataban las ventas de bonos, que eran más agudas en la zona corta de la curva, de manera que el dos años UST volvía a pasar del 5% y el USD ascendía frente a las principales divisas hasta máximos de tres meses. Y, si bien los comentarios de Harker, de la FED de Filadelfia, diciendo que la Reserva Federal probablemente ya habría hecho suficiente en materia de tipos y ahora debería mantenerlos en niveles restrictivos mientras evalúa el impacto económico, y los de Centeno, del BCE, diciendo que los riesgos a la baja para la economía se estarían materializando, ponían fin a las ventas, lo cierto es que Susan Collins, de la FED de Boston, decía que podría ser necesario subirlos, en línea con las declaraciones previas de Bullard; Nagel, del BCE, que sería demasiado pronto para pensar en una pausa, y Vujcic, que harían falta más datos sobre precios para considerar la citada pausa. De modo que abríamos con los bonos a la baja y los rendimientos al alza en la última jornada de una semana que se ha caracterizado por una enorme volatilidad de los “yields”. Lo cual no era óbice para que ayer se vieran numerosas opciones “dovish” en el mercado de SOFR antes del discurso de Powell para cubrirse frente a potenciales recortes de tipos este año y a principios del próximo. La FED de San Luis advertía del riesgo que el aluvión de emisiones de T-bills podría suponer para las reservas bancarias. Las bolsas estadounidenses revertían las ganancias iniciales y cerraban a la baja, contagiando a las asiáticas, que también perdían fuelle. Los tipos hipotecarios en E.E. U.U. saltaban al 7.23%, su nivel más alto desde mayo de 2001.

En China se celebraba un seminario del regulador con fondos y bancos chinos, y tiene previsto reunirse con inversores mundiales para apuntalar el mercado tras la reciente huida de fondos extranjeros del mercado continental. El gobierno a su vez ha revelado una nueva flexibilización de su política hipotecaria a fin de frenar la caída del mercado inmobiliario residencial y reactivar el crecimiento. Pero es tal el pesimismo en la actualidad respecto al gigante asiático, que el repunte que vivía el índice CSI 300 tras conocerse el estímulo duraba apenas 10 minutos escasos. Y es que, a propósito del mercado inmobiliario chino, hoy estaba prevista la votación de los titulares de Country Garden sobre la prórroga del bono local de 535 millos de USD, votación que, finalmente, era retrasada en el último minuto hasta el 31 de agosto. Un impago podría afectar al mercado inmobiliario chino incluso más que el de Evergrande a finales del 2021, ya que Country Garden tiene cuatro veces más proyectos. La empresa ha advertido de grandes incertidumbres respecto a la amortización de los bonos, y algunos tenedores de pagarés ya han exigido el reembolso total antes de la fecha de vencimiento, efectiva el 4 de septiembre. El IPC de Tokio bajaba en agosto, con un 2.9%, del 3% por primera vez desde septiembre.

En Europa, el PIB final alemán del segundo trimestre confirmaba el estancamiento intertrimestral debido a la caída de las exportaciones, y el -0.6% interanual. El consumo privado también se estancaba durante el mismo periodo. El IFO reflejaba el deterioro que estas cifras provocaban en la confianza empresarial y caía en todos sus apartados por encima de las previsiones. Los PPI españoles crecían en julio un 0.1% intermensual y retrocedían un 8.4% interanual gracias al descenso de los precios de la energía. Las bolsas subían a la espera de las comparecencias estelares de Powell y Lagarde, impulsadas por las acciones de las materias primas, que se beneficiaban de la subida del petróleo y del hierro en vísperas de la tradicional temporada alta de la construcción en China el mes próximo, en una semana en la que la renta variable ha luchado por encontrar una dirección.

La confianza del consumidor en el Reino Unido mejoraba los pronósticos de -29 y subía en agosto desde el -30 de julio al -25 gracias a los recientes indicios de enfriamiento de la inflación y al fuerte crecimiento salarial.

En cuanto a cifras americanas, la lectura final de la Universidad de Michigan, en su apartado de percepción, caía del 71.2 al 69.5, y la situación actual descendía al 75.7 desde el anterior 77.4. Las expectativas retrocedían también del 67.3 al 65.5. Por añadidura, la inflación a un año se revisaba al alza hasta el 3.5% desde el 3.3% previo, y la inflación a 5-10 años, al 3% desde el 2.9%. A la vez que salían estas cifras daba comienzo el discurso de Powell, y, en línea con sus colegas el día anterior, afirmaba que la política monetaria de la FED continuaría restrictiva hasta que la inflación ceda de forma sostenida; que un crecimiento por encima de la tendencia podría justificar un endurecimiento; que los tipos reales positivos se hallarían muy por encima de las estimaciones más neutrales, y que el banco central procedería con cautela acerca de si volver a subir tipos, pero que estaría preparado para elevarlos si procediera. Estas declaraciones aumentaban las rentabilidades de los bonos y provocaban ventas en las bolsas estadounidenses. EL mercado, no obstante, seguía apostando en su mayoría por una pausa en la reunión de septiembre tras las declaraciones. La comparecencia de Lagarde está prevista para las 20.00 horas cet.

El WTI llegaba a pasar de los 80 USD por barril para luego retroceder y permanecer en el entorno de los 79 USD por barril, y el gas natural europeo se encamina a una caída semanal tras las perspectivas de llegar a un acuerdo en el conflicto laboral de Woodside Energy, y los futuros de referencia han perdido alrededor de un 10% tras la subida. En relación con el petróleo, hay que recalcar el reciente acercamiento de algunos de los principales aliados de E.E. U.U. en Oriente Medio, como Arabia Saudí y Egipto, a la órbita de China y Rusia con su entrada en el grupo de los BRICS. Una incorporación que busca aumentar la influencia del grupo y contrarrestar el poder de E.E. U.U. sobre la economía y el comercio mundiales, incluso a través del papel del USD, ya que estarían buscando alternativas a éste para sus intercambios comerciales.