El gas almacenado en Europa alcanzó el 90% de la capacidad de depósito

Santander | El gas almacenado en Europa alcanzó el 90% de la capacidad de depósito el 16 de agosto, lo que representa una antelación considerable con respecto al requisito de la UE de lograr ese nivel antes del 1 de noviembre, que marca el inicio de la temporada invernal de calefacción. El Comisario Europeo de Energía, Kadri Simson, comentó que esto «pone de relieve que la UE está bien preparada de cara al invierno, lo cual contribuirá a estabilizar aún más los mercados en los próximos meses. El mercado energético de la UE se encuentra en una posición mucho más estable que el año pasado por estas fechas, en buena parte gracias a las medidas adoptadas a escala comunitaria.

No obstante, en las últimas semanas hemos visto que el mercado del gas sigue siendo sensible». Europa ha aprovechado las temperaturas moderadas del invierno de 2022-23 y una demanda de China más débil de lo previsto para aumentar los niveles de almacenamiento con más celeridad de lo estimado. La cantidad utilizable de gas almacenado suele cubrir entre un tercio y un cuarto del consumo europeo en los meses de invierno, lo que significa que Europa seguirá dependiendo en gran medida de la producción de Noruega y el Mar del Norte, el GNL y las importaciones por gasoducto desde el norte de África y Asia central, además de seguir abasteciéndose en cierto grado de gas ruso transportado por gasoducto desde Rusia a través de Ucrania y en forma de GNL.

Sin embargo, como señala el Comisario Simson, el mercado del gas es sensible. Esto se debe a que se prevé que el mercado siga tensionado mientras entra en servicio nueva capacidad (especialmente de licuefacción y regasificación de gas) de aquí a 2024. Bloomberg New Energy Finance prevé que la oferta mundial de GNL aumente un 6% interanual en el invierno de 2023-24, pero esta estimación no está exenta de algunos riesgos negativos. La amenaza de huelga en tres yacimientos de gas australianos (que representan el 10% del suministro mundial de GNL) provocó una subida del precio a un día vista en Europa, que pasó de EUR 27 por MWh a principios de agosto a EUR 43 por MWh el 22 de agosto, antes de volver a caer a EUR 33 por MWh cuando se disipó la amenaza de huelga.

Creemos que la contención del consumo de gas en Europa (actualmente un 14% por debajo de los niveles del año anterior en los 12 meses hasta mayo), la moderada demanda de Asia y condiciones invernales normales, en principio, garantizarán que los precios del gas (y la electricidad) se mantengan en niveles razonables durante el próximo invierno, sin provocar una repetición de la crisis energética vivida en 2022. Sin embargo, seguimos viendo una posibilidad, pequeña pero no insignificante, de que se produzca un repunte de los precios y una nueva intervención gubernamental si concurren varios factores adversos (como un crudo invierno o escasez de suministros).