Whatever it takes

Ana Racionero (Intermoney) | Bueno, pues por si a alguien le quedaba alguna duda, la determinación de los bancos centrales de acabar con la inflación parece incuestionable, al precio que sea, incluso el de la recesión, que a estas alturas se ve como un daño colateral no sólo inevitable, sino prácticamente imprescindible ante una inflación que no ceja. Y si no, como muestra, el día de hoy, en el que asistíamos a tres subidas de tipos, empezando por los 25 pb del SNB, en línea con las previsiones, que arrancaba la jornada elevando el tipo de interés del franco suizo hasta el 1.75% y, si bien es cierto que rebajaba el ritmo de subidas de 50 a 25 pb, no lo es menos que advertía de que no excluiría más aumentos adicionales en un futuro próximo y que estaría preparado para intervenir en el mercado de divisas de ser preciso.

Apenas media hora después, el Norges Bank sorprendía a propios y extraños con 50 pb de aumento, frente a los 25 esperados, para dejar el tipo oficial de la corona noruega al 3.75% en la que resultaba su undécima subida. Al igual que previamente el SNB, el Norges Bank advertía de que la inflación se hallaría marcadamente por encima de su objetivo, y que el crecimiento salarial, el último mantra de los bancos centrales, sería más alto que en 2023. Las previsiones del banco central elevaban el tipo de interés oficial al 4.25% para el otoño, con una más que probable subida en agosto, y su gobernador alertaba de que los tipos hipotecarios podrían llegar a alcanzar el 5.50%. La corona danesa se disparaba y se ponía a la cabeza en la clasificación intradía del G10, con el yen un día más como gran perdedor en su creciente divorcio del resto de bancos centrales mundiales. Hoy en particular llegaba a caer a mínimos históricos frente al SFR, llegaba a acumular un 8% de pérdida anual frente al USD, y el EURJPY subía a su nivel máximo desde 2008.

Por último, el BOE imitaba al Norges Bank y se decantaba por 50 pb de subida, en lugar de 25, como descontaba la mayoría, si bien es cierto que, tras el sorpresivo dato de inflación del pasado martes, las posibilidades de un aumento de medio punto se encontraban sobre el tapete y, después de las dos subidas previas del día, llegaban a alcanzar un 40% a escasas horas del anuncio. Por consiguiente, la esterlina ya se encuentra el 5%, su nivel más alto en 15 años, tras 13 subidas de tipos consecutivas en el que va a resultar el ciclo alcista más rápido en más de tres décadas. Tras la decisión de tipos, los mercados monetarios pasaban a descontar entre 25 y 50 pb de subida en agosto, cuando, hasta ese momento, las subidas previstas de aquí a agosto eran de 75 pb en total. El tipo de interés terminal se volvía a establecer por encima del 6% para febrero, lo que supondría el más alto desde principios de siglo. Bailey, al igual que sus homólogos, también hacía alusión a la persistencia del proceso inflacionista, citaba un mercado laboral tensionado, prometía más subidas de persistir la inflación y se mostraba decidido a hacer todo lo necesario para meterla en cintura.

Ni qué decir tiene que los bonos y las bolsas cedían ante semejante panorama, con unas perspectivas de hallarnos cerca del fin del ciclo de endurecimiento que se van desvaneciendo, cada vez más, “como lágrimas en la lluvia”. De hecho, la curva 2s10s americana volvía a alcanzar ayer, tras el discurso de Powell ante el Congreso, los 100 pb de inversión por primera vez desde aquéllos aciagos días de marzo, cuando la preocupación por la crisis de los bancos regionales llegó invertir la curva en 111 pb, nivel no visto desde los años 80. Las bolsas europeas en particular ampliaban su racha bajista por cuarto día consecutivo y se preparan para su racha de pérdidas más larga del año.

El petróleo también salía perjudicado de este entorno de tipos más altos, y el WTI caía hoy de los 72 USD por barril de la apertura a los 70 USD por barril.

En cuanto a cifras, en E.E U.U., las peticiones de subsidios por desempleo ascendían esta semana a 264k frente a las 259k esperadas. El índice nacional de la FED de Chicago se precipitaba a -0.15 desde el anterior 0.07, empeorando el -0.10 estimado. El índice líder caía una décima al -0.7%, una décima menos del -0.8% previsto. Por último, las ventas de viviendas sorprendían en mayo con un incremento del 0.2% desde el anterior -3.4 y frente al -0.7% de las encuestas.