La guerra de normas no tendrá lugar

Emmanuel Faber* | El ISSB está construyendo una plataforma base global integral de disclosure –divulgaciones- de sostenibilidad para los mercados de capitales, a partir de la cual las jurisdicciones o empresas pueden agregar bloques de reglas o estándares  adicionales. A partir de aquí, la materialidad del inversor es una línea de base para la adición de bloques de materialidad doble.

Esta plataforma base global se basa en estándares voluntarios establecidos y se beneficia de una excelente cooperación continua con EFRAG, GRI y otros.

En el contexto específico del enfoque de la UE de «doble materialidad», continúo preocupado por las opiniones expresadas con fiereza que buscan retratar el establecimiento de normas de sostenibilidad como un campo de batalla.

Esto no ayuda a la dinámica de incorporación de las normas ISSB en el ESRS (como solicita la CSRD) y crea puntos ciegos, en la UE y en todo el mundo, para acelerar y lograr la urgente transición ecológica y social de la economía hacia modelos más sostenibles y resilientes.

Con demasiada frecuencia, escucho en el debate sobre la materialidad que el público objetivo de «inversor» y «múltiples partes interesadas» se confunde con «finanzas» frente a «impacto», lo que no es el caso ni en los estándares ISSB, ESRS o GRI.

El ESRS incorporó la definición de materialidad económica de la ISSB para garantizar que el mecanismo de interoperabilidad esté arraigado en nuestros respectivos estándares. Para cumplir con los requisitos de nuestro estándar (S1) fundamental, pedimos a las empresas que consideren la aplicación de normas SASB específicas del sector, ya que las ESRS tienen una disposición transitoria para que las entidades las utilicen en ausencia de normas específicas del sector ESRS. S1 permite el uso de divulgaciones de ESRS y GRI en ausencia de una caja de herramientas ISSB adecuada para describir la información material. La Comisión Europea, el EFRAG y el ISSB han confirmado conjuntamente un nivel muy alto de alineación en el más complejo de todos los estándares de sostenibilidad: el clima.

El enfoque de doble materialidad pide a la empresa que informe de todo a todos (todos sus grupos de interés), con un solo lenguaje. Es ambicioso y, por las razones que explico en este artículo de opinión, en esta etapa solo puede ser aproximativo, aunque útil para las partes interesadas, y llevará tiempo producir resultados concretos a escala.

Los esfuerzos por defender la doble materialidad describen la materialidad de los mercados de capitales como insignificante e ineficiente (en el mejor de los casos), cuando esta consiste en transformar la naturaleza del diálogo entre las empresas y sus proveedores de capital, integrando la sostenibilidad en el centro de los mecanismos contables.

Puede que sea menos espectacular, pero es la palanca más urgente, porque moverá las asignaciones de capital.
 
El riesgo de elogiar en exceso el segundo pilar de la doble materialidad, son las expectativas poco realistas, como si este pilar pudiera ser un sustituto de políticas públicas reforzadas. Tanto políticas públicas sólidas como mercados de capitales bien informados son los únicos fundamentos para esta transición tan necesaria.

Poner fin a esta narrativa divisiva y trabajar juntos para crear una economía más resiliente es importante y urgente.

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Chair del International Sustainability Standards Board (ISSB). (Articulo publicado en Le Monde)