Nacen los primeros estándares de sostenibilidad con vocación global

Bernardo Ruecker* (KPMG) | La reciente publicación de los dos primeros IFRS® Sustainability Disclosure Standards supone un hito clave en la visión del Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB): crear una línea de base global para informes de sostenibilidad, centrada en los inversores y que las distintas jurisdicciones puedan aprovechar.

Los estándares están diseñados para las necesidades de todas las empresas, no solo de las más complejas. Ofrecen una idea clara de lo que las empresas deben informar para dar respuesta a las necesidades de los mercados de capitales globales, y facilita que los inversores y otros grupos de interés puedan tener una información comparable a nivel mundial.

La adopción de estos estándares significará un cambio importante en el estado de la información corporativa, ya que aumentará el protagonismo y la conectividad de los informes de sostenibilidad dentro de los principales registros financieros. Es importante ahora comprender cómo será este nuevo marco global y evaluar cómo cada empresa necesita adaptarse.

Los primeros dos estándares de ISSB están diseñados para aplicarse de forma conjunta, ayudando a las empresas a identificar y reportar la información que los inversores necesitan para tomar decisiones informadas; es decir, información que incidiría en las evaluaciones que hacen los inversores sobre los flujos de efectivo futuros de las empresas. Para lograr esto, el estándar general proporciona un marco para que las empresas informen sobre todos los temas relevantes relacionados con la sostenibilidad en las áreas de gobernanza, estrategia, gestión de riesgos y métricas y objetivos.

Además, esto está respaldado por una guía más detallada sobre cómo informar sobre los riesgos y oportunidades relacionados con el clima en el estándar climático. En el futuro, se esperan estándares adicionales que cubran otros aspectos, pero mientras tanto, las empresas podrán utilizar la orientación en este primer estándar general para informar sobre otros temas.

Las normas entrarán en vigor a partir del 1 de enero de 2024, pero corresponderá a cada jurisdicción decidir si se adoptan y cuándo. Con el apoyo de organismos globales, incluido el IOSCO, es posible que haya una adopción rápida en varias jurisdicciones.

Interoperabilidad de las normas

El ISSB ha estado trabajando en estrecha colaboración con los emisores de estándares jurisdiccionales para maximizar la interoperabilidad entre sus estándares y los marcos de informes obligatorios entrantes, por ejemplo, la Comisión Europea y EFRAG (el grupo asesor de la UE en Información financiera) en la UE, y la SEC en EE.UU. De hecho, en el caso de la UE, la Comisión Europea espera aprobar en unas semanas sus primeras normas sobre aspectos ESG que ha desarrollado el EFRAG.

Los estándares aprobados por el ISSB no comenzaron desde cero, sino que se basan en marcos y estándares existentes, incluidos TCFD (Task Force on Climate-related Financial Disclosures) y SASB (Sustainability Accounting Standards Board). ISSB también se ha comprometido a trabajar con el Global Reporting Initiative (GRI) para garantizar que sus nuevos estándares centrados en los inversores sean complementarios y compatibles con los estándares GRI ya existentes, que tienen un objetivo diferente de satisfacer las necesidades de información de partes interesadas más amplias.

En un futuro cada vez más cercano  la conectividad entre los informes financieros y de sostenibilidad será un requisito, más que una característica, de las buenas prácticas en el reporting. El propio ISSB se refiere a la información difundida como “divulgaciones financieras relacionadas con la sostenibilidad“, lo que demuestra que lo que se cuente en materia sostenible debe estar conectado con la información en los estados financieros, evitando información en formato estanco.

Ahora es más conveniente que nunca que los equipos de administración y finanzas y el de sostenibilidad trabajen en estrecha colaboración para garantizar que la información difundida sea complementaria y se base en los mismos hechos y circunstancias. Aunque la información relacionada con la sostenibilidad puede diferir en su naturaleza de la información presentada en los estados financieros, debe ser consistente en la medida de lo posible. Esto con independencia de si los estados financieros se preparan conforme a las Normas de Contabilidad NIIF u otros principios de contabilidad generalmente aceptados.

Asimismo, y no menos importante, las empresas necesitarán establecer procesos y controles para que puedan proporcionar información relacionada con la sostenibilidad de la misma calidad y al mismo tiempo que sus estados financieros.

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Socio de Auditoría y responsable de Accounting Advisory Services de KPMG en España. (Publicado en el blog KPMG Tendencias)