Elisa Belgacem (Generali Investments) | El crédito de EE. UU. ha tenido un comportamiento inferior al del crédito en euros desde principios de abril debido a los anuncios de aranceles. Antes de 2022 y de la guerra de Ucrania, el crédito europeo cotizaba más ajustado debido a los menores impagos y a una composición sectorial menos cíclica. Esperamos que la continua incertidumbre en torno a los activos estadounidenses justifique una mayor divergencia entre el crédito estadounidense y el euro.
En general, adoptamos una estrategia defensiva de carry dentro de los bonos con grado de inversión, favoreciendo los BBB frente a los single-A para obtener una rentabilidad total. Los diferenciales investment grade (IG) deberían seguir siendo resistentes. En Europa, esperamos que el riesgo de ángeles caídos, rebaja de IG a high yield (HY), siga siendo limitado a pesar del entorno complejo. Sin embargo, los diferenciales de alto rendimiento seguirán bajo presión, ya que una posible recesión podría cambiar las perspectivas de impago y de calificación.
En nuestro escenario central, es probable que los impagos hayan tocado techo, pero prevemos un deterioro continuado de la calificación, especialmente en los bonos B y CCC de menor calificación. Mantenemos una postura neutral sobre los bonos financieros frente a los no financieros, ya que los financieros tienen unos fundamentos sólidos y una menor exposición arancelaria. Los bonos subordinados siguen siendo atractivos en comparación con el alto rendimiento puro, y favorecemos los híbridos corporativos frente a las empresas con calificación BB y los AT1 frente a las empresas con calificación B simple.
