Raphael Olszyna-Marzys (J. Safra Sarasin Sustainable AM) | Todo apunta a que este miércoles la Fed anunciará una nueva subida de tipos de 75 puntos básicos. Además, también hay una alta probabilidad de que tenga que actuar «a lo grande» de nuevo en noviembre. Es más, sus nuevas proyecciones deberían indicar que la lucha contra la inflación será más dolorosa de lo que se había previsto. Seguimos esperando que la inflación descienda más rápidamente el próximo año, pero por el momento, es poco probable que Jay Powell se desvíe de su postura de halcón.
Una inflación persistente, un mercado laboral todavía muy tensionado, un crecimiento económico superior al de la primera mitad de 2022 y unos mercados que descuentan plenamente una subida de tipos de 75 pb casi garantizan que la Reserva Federal aplicará su tercera subida consecutiva cuando se reúna esta semana.
Jay Powell también ha indicado que quieren esperar a la publicación de varios informes consecutivos que apunten a un descenso de las tasas de inflación antes de moderar el ritmo de endurecimiento de la política monetaria. El repunte del IPC subyacente en agosto (0,6% intermensual frente al 0,3% de julio) ha puesto el contador de nuevo a cero. Con tan solo un dato más sobre IPC que se publicará antes de la reunión de noviembre, es probable que la Fed siga adelante con estos grandes movimientos, que situarían el tipo de interés oficial en el 3,75-4% ya en noviembre.
La semana que viene también se publicarán sus nuevas previsiones económicas que, por primera vez, incluirán las cifras de 2025 (aunque en esta ocasión es probable que reflejen una mayor estabilidad económica a largo plazo). Es muy probable que los miembros de la Fed revisen al alza su tasa terminal hasta el 4-4,5%, desde la actual banda del 3,75-4%. Creemos que también serán más explícitos en cuanto al “dolor” que tendrá que soportar la economía para lograr una reducción de la inflación al 2%. Es probable que las previsiones de crecimiento del PIB para 2023 y 2024 se revisen a la baja de forma significativa, y las previsiones de la tasa de desempleo para los próximos dos años tendrán que revisarse al alza en al menos ½ punto porcentual, en nuestra opinión.
Prevemos que Jay Powell mantenga su postura dura (de halcón o hawkish) y siga centrándose en la inflación durante la conferencia de prensa que ofrecerá tras la reunión del miércoles. Es cierto que hay claros indicios de que el endurecimiento de la política monetaria ya está debilitando la economía, en gran parte a través del mercado de la vivienda, y que la fortaleza del dólar, el descenso de los precios de la energía, el reequilibrio del consumo, que se aleja de los bienes y se orienta hacia los servicios, la disminución de los cuellos de botella en las cadenas de suministro y el menor poder de fijación de precios de las empresas harán bajar la inflación durante el próximo año. Nuestra opinión es que la inflación caerá bastante en 2023. Aun así, todavía es demasiado pronto para que se desvíe de su postura de halcón.