«Flash crash» o la caída repentina del euro

Edmond de Rothschild AM | El viernes asistimos a un acontecimiento lo bastante raro como para merecer una mención: lo que los anglosajones llaman un «flash crash». La fuerte presión vendedora sobre el cruce del euro desde el 6 de noviembre, combinada con las decepcionantes cifras de los PMI en Francia y Alemania, provocó que el par EUR/USD se desplomara de 1,045 a 1,0340 sin encontrar la menor resistencia ni comprador.  

El pesimismo que rodea a la eurozona no es nada nuevo, pero el diferencial de perspectivas económicas entre Estados Unidos y Europa ha alcanzado un nuevo nivel tras la elección de Donald Trump. Incluso antes de la posible aplicación de aranceles, la moral europea está a media asta, lo que se refleja en la debilidad de la moneda única desde septiembre. La solución probablemente no esté en manos del BCE, sino de los políticos europeos, como señala el informe Draghi. Impactado por el diferencial de crecimiento entre las dos zonas, así como por el diferencial de tipos de interés, que ha superado los 200 puntos básicos en 10 años, el euro sufre ahora problemas políticos en sus dos motores económicos: Francia y Alemania, en un momento en que España, Italia y Portugal destacan claramente desde el punto de vista económico. 

Lo que ocurrió el viernes fue una combinación de estos acontecimientos, con el reciente aumento de las tensiones en Ucrania proporcionando, por desgracia, un catalizador adicional. El posicionamiento del mercado indica que un número significativo de operadores prevé una caída del euro en los próximos meses, no solo frente al dólar, sino también frente al yen y el franco suizo.