Incluso las revisiones a la baja del crecimiento para 2023 podrían ser optimistas

Francois Rimeu

François Rimeu (La Française AM) | Los estímulos fiscales y monetarios masivos de 2021 han permitido un crecimiento mundial relativamente moderado, aunque en desaceleración, en 2022. Esperamos que el crecimiento mundial se sitúe cerca del 3%. Sin embargo, debido al endurecimiento de las políticas monetarias, tememos que el crecimiento en 2023 se vea gravemente ralentizado.

Las previsiones de crecimiento ya se han reducido considerablemente en los últimos 6 meses (del 2% al -0,1% en la zona euro y del 1,9% al 0,4% en Estados Unidos (fuente: Consensus Bloomberg), pero si se observan algunos indicadores adelantados históricamente fiables (el indicador ZEW de sentimiento económico, el índice Ifo de clima empresarial y el de los bancos estatales que conforman la Reserva Federal), esas revisiones a la baja podrían considerarse incluso optimistas.

Es complicado hacer previsiones sobre la inflación, sobre todo en el entorno actual. ¿Qué pasará con los precios de la energía? ¿Va a volver a abrirse China y a poner fin a su política de Covid cero? Estas preguntas son difíciles de responder y tendrán potencialmente un gran impacto en la inflación. No obstante, lo que esperamos en el frente de la inflación podría resumirse como sigue:

  • Es probable que la inflación descienda significativamente durante los próximos meses en Estados Unidos
  • La inflación en la Eurozona probablemente también disminuya, pero con más incertidumbre relacionada con la evolución de los precios del gas

Aunque la inflación baje, pensamos que seguirá siendo demasiado alta para que los bancos centrales dejen de aplicar sus políticas restrictivas, al menos en los próximos meses; si no ven que la inflación baja de forma significativa o que el mercado laboral se resiente, seguirán endureciendo las condiciones financieras (subiendo los tipos, endurecimiento cuantitativo). Es posible que se vuelvan más laxos durante la segunda mitad del año, una vez que el crecimiento haya empeorado.  

Asignación de activos para 2023 

Dada la situación actual, en nuestra asignación de activos para 2023 favorecemos los valores de renta fija, especialmente los activos de menor riesgo. Creemos que tanto los tipos reales como los nominales (extremo corto de la curva) podrían bajar en Estados Unidos en 2023. También creemos que los bonos con grado de inversión podrían ofrecer rendimientos relativamente atractivos en 2023. Somos menos positivos con respecto a la renta variable porque un menor crecimiento y una inflación salarial negativa podrían afectar a los beneficios. También somos cautos con respecto a la parte más arriesgada del mercado de alto rendimiento.