Chul Chang (Vontobel AM) | Aunque la crisis ha sido una de las principales fuentes de perturbación en muchas facetas de nuestras vidas, los efectos derivados del virus son un arma de doble filo. Por un lado, las respuestas de los bancos centrales y los gobiernos a la crisis han incitado cierta exuberancia del mercado, lo que ha llevado a valoraciones desorbitadas y a una imaginación hiperactiva de los inversores. Por otro lado, estos efectos han servido para acelerar algunas tendencias empresariales importantes que ya estaban en marcha. Todos estamos de acuerdo en que la proliferación de datos y la continua digitalización del mundo no se detienen. El significado de esto para nuestro uso de la tecnología está claro. Lo que no está tan claro es qué empresas se beneficiarán de forma sostenible y qué empresas sucumbirán a los efectos nefastos de las burbujas del mercado.
Para los inversores a largo plazo, es importante poner el dinero a trabajar allí donde se encuentre cierto grado de visibilidad y estabilidad. Por lo tanto, en lugar de buscar empresas que puedan beneficiarse de un bache a corto plazo, como la vuelta a la normalidad tras el COVID, es importante centrarse en aquellas compañías que se rigen por tendencias seculares o que tienen barreras difíciles de penetrar. Es decir, aquellas que tienen un amplio margen de crecimiento y que pueden seguir ganando cuota de mercado a largo plazo.
Los inversores deberían centrarse en aquellas cotizadas que están bien posicionadas, independientemente de la velocidad con la que su negocio alcance niveles de normalidad posterior a la Covid. Teradyne es un fabricante de equipos de prueba de semiconductores que, gracias a décadas de investigación y experiencia, lidera el mercado de ATE (equipos de prueba automáticos) con una cuota dominante en el segmento de pruebas de semiconductores, así como con competencias en pruebas de sistemas e inalámbricas. Tanto la creciente complejidad de los semiconductores como las implicaciones en el proceso de fabricación están apoyando el crecimiento sostenible del mercado de ATE, y creemos que tras años de consolidación Teradyne se encuentra en una posición atractiva en el sector. Con su adquisición de Universal Robots en 2015, la compañía también es líder en robots colaborativos, lo que supone una pequeña pero importante contribución al perfil de crecimiento de su negocio.
Otro ejemplo es Synopsys, cuyas acciones han ido subiendo en bolsa debido a que la necesidad de trabajar más rápido y más barato en el diseño de chips es una tarea cada vez más complicada. Synopsys fabrica software EDA (Electronic Design Automation) que es una herramienta importante para los esfuerzos de I+D en la industria de los semiconductores. Synopsys es una de las pocas compañías que puede satisfacer las amplias necesidades de la industria, que van desde el diseño del chip y el diseño de las herramientas de fabricación hasta la verificación del chip y el software asociado que se ejecutará en él. Los ingenieros confían en sus herramientas de misión crítica para su I+D, tanto en los buenos como en los malos tiempos.
La situación actual no ha cambiado con respecto al pasado. Ahora, como antes, es necesario seguir recorriendo una senda que lleve a una mayor productividad y eficiencia. La carrera por superar a la competencia continúa con la rápida adopción de las últimas herramientas tecnológicas. Creemos que Teradyne y Synopsys son dos empresas importantes en estos tiempos de proliferación de datos y dispositivos que están posicionadas para obtener buenos resultados independientemente de qué smartphone gane cuota, qué software se convierta en nuestra plataforma de flujo de trabajo preferida o cómo una empresa aumente la automatización.
Y la carrera por las capacidades técnicas está en marcha, como se ve en la industria de los semiconductores y en las fricciones geopolíticas con otros países del mundo. Las inversiones en el diseño de chips y las capacidades de prueba deberían seguir siendo una prioridad importante. También hay preocupación a nivel doméstico, ya que las grandes empresas de tecnología de la información han atraído recientemente un mayor escrutinio normativo. Estamos ante una industria que se consolida de forma natural, y muchas empresas líderes, como Google, ocupan posiciones casi monopólicas. Creemos que el comportamiento de los consumidores debería impulsar el crecimiento futuro de las compañías del sector, y observamos de cerca cómo estas empresas añaden valor para sus clientes. En general, no creemos que los inversores en tecnología estadounidense deban preocuparse en exceso.
No toda las tecnológicas son iguales: hay que ser disciplinado y selectivo
La necesidad de contar con ciertas capacidades (por ejemplo, la de realizar transacciones digitales o de conectarse a distancia) aceleró la adopción de diversas herramientas técnicas, lo que se tradujo en el crecimiento de las ventas de muchas empresas. Pero ese aumento de la demanda se vio acompañado de un aumento aún mayor de los precios de las acciones, ya que los inversores se apresuraron a exponerse a estos valores que se benefician de la COVID. El sector del software es un ejemplo en el que las valoraciones de algunos de estas compañías exigen que se dupliquen los ingresos de cada ejercicio durante los próximos años.
Algunos sostienen que la capitalización bursátil de estas cotizadas se justifica por la solidez de sus beneficios y su flujo de caja, pero eso también requiere que estas empresas ofrezcan márgenes cercanos o incluso superiores a los de empresas como Adobe, cuyos márgenes líderes en el sector sólo igualan unos pocos. Así que, a pesar de las compañías de alto crecimiento, estamos de acuerdo en que hay mucha euforia en el mercado. Pero no todos los valores tecnológicos son iguales. Y algunas valoraciones están justificadas, mientras que otras no lo están. Los inversores deben tener en cuenta los fundamentales y prestar mucha atención a lo que compran y a lo que pagan por ello.
Por ejemplo, una empresa como Keysight ofrece exposición a la tendencia estructural de más datos y más dispositivos. Keysight es líder en pruebas y mediciones con una amplia oferta de equipos y software para señales eléctricas y de radio que son herramientas fundamentales para el análisis, el diseño y la producción de las numerosas tecnologías y dispositivos actuales. El crecimiento está respaldado por la introducción del propio 5G, pero también por lo que esta tecnología supondrá para el Internet de las cosas, la Inteligencia Artificial, la automoción y cada vez más aplicaciones en esta era digital. Con un gasto de más del 15% en I+D, creemos que Keysight está bien posicionada para mantenerse por delante de la competencia con soluciones para satisfacer las necesidades de un panorama tecnológico que no deja de evolucionar.
El clima actual exige que los inversores sean más perspicaces. La clave está en buscar empresas que puedan crear su propio crecimiento y beneficiarse de los cambios seculares. Los inversores podrán verse recompensados si profundizan en los fundamentales de las empresas y son capaces de encontrar las palancas de beneficios predecibles a largo plazo. Es importante mantenerse centrado en la búsqueda de las cotizadas adecuadas que estén preparadas para el crecimiento a largo plazo.