Germán García Mellado (A&G Banca Privada) | En la reunión de política monetaria del mes de junio se actualizarán las expectativas de crecimiento e inflación de la eurozona, lo que puede ser relevante a la hora de anticipar los próximos pasos a dar por parte de la autoridad monetaria en cuanto a la reducción de estímulos. Especialmente relevante será el dato de inflación subyacente para los próximos años, aunque aquí el mercado descuenta que se mantenga claramente por debajo del objetivo actual del BCE.
La decisión más importante a tomar en esta reunión es la variación o no en el ritmo de compras del PEPP. En la reunión del 11 de marzo se decidió incrementar de manera sustancial el ritmo de compras de bonos, hasta un volumen cercano a los 80.000M euros mensuales. Tras las últimas apariciones de miembros del consejo de gobierno, el mercado espera que se mantenga el ritmo de compras, al menos, los tres próximos meses. Sin embargo, habrá que estar atentos al consenso que se llegue, ya que algunos miembros más hawkish pueden empezar a presionar para anticipar la reducción de compras. Esto tendría implicaciones sobre los bonos de gobierno, con repunte de rentabilidades generalizadas y ampliaciones de primas de riesgo de bonos periféricos respecto a centrales.
Pensamos que, cuando el BCE se decida a reducir el ritmo de compras del PEPP, probablemente esta medida venga acompañada con otras que ayudarían a mitigar el impacto alcista en TIRes. Entre las diferentes opciones que tiene la autoridad monetaria europea, podría optar por un incremento en el volumen de compras de bonos en el otro programa (APP) o un cambio en el forward guidance de tipos.