A la espera de que se aclare el calendario y el valor de la inversión en hidrógeno de Enagás: Neutral

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Santander Corporate & Investment | S&P ha mejorado la calificación de Enagás (Baa2u p, BBB+ e, BBB+ e) a BBB+ desde BBB, con outlook estable. S&P señala en su informe que «la subida de la calificación obedece a la pronunciada mejora prevista en los ratios crediticios de Enagás como consecuencia de la venta por parte del grupo de su participación del 30,2% en Tallgrass Energy… por aproximadamente EUR 1mm».

Además, «Enagás tiene previsto destinar todos los fondos recaudados, junto con el efectivo disponible, a amortizar EUR 1,3mm de deuda de aquí a 2025». Como consecuencia de ello, S&P estima que los ratios crediticios de la compañía mejorarán, incluido el ratio FFO/deuda neta, que previsiblemente se situará dentro de la horquilla de 19-20% en el periodo 2024-26, frente al rango previsto anteriormente de 15-16%. S&P considera que los ratios crediticios de Enagás salen bien parados en la comparación con los de sus homólogos, a pesar de que los beneficios regulados están en declive y de que hay «interrogantes sin resolver en torno al ritmo y el éxito del despliegue de una infraestructura para el hidrógeno». La calificación crediticia de la compañía podría verse presionada a la baja si el ratio FFO/deuda neta cae por debajo del 15%.

Opinión de Research: 

La decisión de S&P llega tras una subida de la calificación por parte de Fitch y una mejora del outlook por parte de Moody’s, y no constituye una sorpresa. La venta de Tallgrass Energy no nos ha impresionado tanto como a gran parte del mercado. Enagás dotó en 2022 una provisión por desvalorización de EUR 133mn, seguida de una pérdida contable de EUR 359mn, lo que indica una destrucción de valor y de efectivo que no se recuperará. Además, los dividendos de Tallgrass Energy brillaron por su ausencia. En nuestra opinión, Enagás al menos sí redujo sus pérdidas para centrarse en su mercado principal en España. Los EUR 1mm de efectivo que obtendrá de la transacción favorecerán sin duda el perfil crediticio de Enagás de cara al plan de inversiones destinado a preparar a la compañía para el despliegue del hidrógeno.

No obstante, albergamos dudas al menos sobre el calendario y la rentabilidad del hidrógeno, salvo en sectores industriales muy específicos, y si existen elevados precios del CO2 y subvenciones estatales. Prevemos que la CNMC reconozca el efecto de la inflación y los tipos de interés más altos en los costes y el coste medio ponderado del capital (CMPC) de Enagás, y que modifique las tarifas en consecuencia, pero queda por ver si la inversión en hidrógeno recibe una prima más alta y cómo se tratan las subvenciones estatales a la inversión en el valor regulado de los activos. Además, a pesar de la expectativa de resultados legales favorables, extraer más de EUR 600mn de Perú podría suponer un reto. A la espera de que se aclare el calendario y el valor de la inversión en hidrógeno, mantenemos nuestra recomendación Neutral para Enagás.