Intermoney | Las fuertes compras en los bonos japoneses eran con lo que daba el inicio el martes. Los tramos largos experimentaban grandes movimientos: el bono a 20 años reducía su rendimiento en – 17,4 p.b. y el a 30 años lo hacía en -19,4 p.b., mientras que el papel a 40 años experimentaba un recorte de -23,4 p.b. Se trataba del tercer día consecutivo de caídas en las tir de los bonos nipones después de que el Ministerio de Finanzas dejase caer la posibilidad de recortar las emisiones a largo plazo mediante un sondeo hecho a través de un cuestionario a los participantes.
El apetito de los inversores se posaba principalmente en la deuda a 40 años. Esta medida pone de relieve cómo Japón busca recuperar la estabilidad en el mercado tras la subasta de bonos a 20 años la semana pasada que generó la menor demanda en más de una década. Esto se producía después del exceso de oferta del Ministerio de Hacienda en las últimas subastas. Japón vive un momento peculiar después de años de inmovilismo económico. El gobierno está instando a las autoridades a intensificar los esfuerzos de consolidación fiscal considerando que las subidas de tipos y la reducción de compras del BoJ están impulsando el aumento de los rendimientos de los bonos del gobierno. De hecho, se estima que los pagos de intereses de la deuda pública podrían aumentar en 8,7 billones de yenes para el año fiscal 2034, lo que subraya la presión presupuestaria a largo plazo que suponen los mayores costes de financiación.
Y si las grandes caídas de las yields eran las que dominaban ayer, hoy el mercado cambiaba de color al rojo debido a la subasta de esta madrugada del bono a 40 años, que presentaba una ratio de cobertura de demanda de 2,21, muy por debajo del 2,91 que presentó su última emisión en marzo. Es cierto que, tras pasar por un shock en los rendimientos la semana anterior, nadie esperaba una subasta realmente sólida, pero los mercados siguen siendo muy sensibles. El bono a 40 años veía incrementar su rendimiento en 8,8 p.b., con lo que se quedaba en 3,379%, mientras que el 30 años lo hacía en 8,5 p.b. (2,923%) y el 10 años en 6,6 p.b. (1,517%).
Eso sí, los movimientos del martes en la deuda japonesa se trasladaban a los tramos largos de bonos soberanos de muchas economías. En el área euro la rentabilidad del bono germano a 30 años se reducía en -6,1 p.b. (3,00%) y en Francia también veíamos compras que llevaban a que su homólogo hiciese lo propio en -5.6 p.b. (3,945%). Mayor visibilidad de compras había en los treasuries como bien se apreciaba en el T-Note a 30 años que recortaba la rentabilidad desde el 5,05% hasta el 4,978%. En la bolsa vivíamos una sesión positiva donde seguía destacando la relativa paz instaurada por la prórroga arancelaria entre EEUU y la UE. Las bolsas del Viejo Continente se movían en positivo destacando del Dax-30 con una apreciación de +0,83%. En EEUU, que volvía a abrir tras el parón de lunes, destacaba el Nasdaq con un +2,47%, mientras el S&P500 se anotaba un +2,05%. La mejor sintonía arancelaria ayudaba a que el dólar recuperase algo de terreo y cotizase en 1,135 EURUSD tras haber estado en el límite de 1,14.

 
	

