Intermoney | En la locomotora europea sí podemos ver que el cambio de giro de Alemania comienza a ser una realidad. Hasta el momento, Trump (lo haya querido o no) ha echado una mano a la recuperación de la actividad durante el 1tr25, ya que el adelanto de las compras y la actividad industrial antes de aplicar los aranceles ha contribuido a que la economía teutona haya crecido un +0,4% trim. Una vez pasado ese efecto, podría pensarse que la economía volvería a un estado depresivo como venía siendo la tendencia, pero las nuevas políticas del ejecutivo de Merz y la política más acomodaticia del BCE juegan a favor de que la economía prosiga su estabilización el resto del año. Y los jueves distintos think tanks económicos ponían de relieve este escenario. Empezando por el más conocido, el Ifo pronostica un crecimiento del 0,3 % para 2025 y del 1,5 % en 2026, una importante mejora respecto al 0,8 % que preveía antes.
Los apuntes más interesantes residían en los efectos de los planes de inversión y la eliminación del freno de la deuda. El Ifo proyecta que estas medidas supondrán un impulso de 10.000 millones de euros en 2025 y de 57.000 millones en 2026. Gracias a ellas, el crecimiento sería 0,1 puntos porcentuales mayor este año y 0,7 puntos mayor el próximo, en comparación con un escenario sin estas políticas. En cuanto a las otras dos instituciones, el Instituto de Economía Mundial de Kiel elevó su previsión para 2025 a un crecimiento del 0,3 %, frente al estancamiento previsto anteriormente, mismas cifras que el Instituto Leibniz de Investigación Económica, el cual estima un 0,3% y un 1,5% de crecimiento para 2025 y 2026, respectivamente.