El empleo de EEUU aleja el fantasma de la recesión; los inversores podrían recuperar sus ‘apetito’ por el riesgo

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Tras los positivos y sorprendentes datos de empleo publicados el pasado viernes en Estados Unidos, correspondientes al mes de abril, que creemos que alejan, por el momento, la entrada de esta economía en recesión, esperamos que los inversores recuperen su “apetito” por el riesgo, algo que comprobaremos si es así a lo largo de la semana que hoy comienza. Así, las cifras de empleo no agrícolas del mes de abril demuestran que, si bien el ritmo de creación de empleo se ha venido desacelerando en los últimos meses en Estados Unidos, todavía es elevado y dista mucho del que presentaría una economía a punto de entrar en recesión, más aún si tenemos en cuenta que la tasa de desempleo se situó al cierre del mes a su nivel más bajo en 50 años, lejos del 5% que se considera como tasa de paro estructural. Algo similar está ocurriendo en la Eurozona, donde la tasa de desempleo de marzo se situó a su nivel más bajo de la historia.

La reacción del mercado a las cifras de empleo estadounidenses fue muy positiva, algo que no estaba muy claro que sería de este modo, ya que unas cifras como las publicadas podrían interpretarse como negativas para las bolsas y para los bonos -estos últimos activos sí reaccionaron de forma negativa a las mismas- ya que podrían “animar” a la Reserva Federal (Fed) a seguir subiendo sus tasas de interés en las próximas reuniones de su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC). Sin embargo, en esta ocasión las “buenas noticias macroeconómicas” fueron recibidas de forma muy positiva por unos inversores a los que el “fantasma” de la recesión viene atormentando en los últimos meses. Además, y ésta es también nuestra opinión, los inversores parecen que han dado por finalizado el proceso de alzas de tipos en Estados Unidos, al menos por ahora. No obstante, todo va a depender del comportamiento de la inflación en los próximos dos o tres meses. De momento el miércoles los inversores contarán con la referencia del IPC estadounidense del mes de abril, dato que es la principal referencia macroeconómica para los mercados en la presente semana y que entendemos puede ser clave en el comportamiento a corto plazo de los mercados de bonos y de acciones.

En nuestra opinión factores como: i) un escenario macroeconómico mejor del esperado, tal y como muestra la mayor resistencia mostrada por las principales economías desarrolladas europeas y norteamericanas a la alta inflación y a las alzas de tipos por parte de los bancos centrales; ii) unos resultados empresariales que, en general, están sorprendiendo al alza, siendo capaces de superar lo esperado por los analistas; iii) unas compañías que, también en general, se están mostrando moderadamente positivas con relación al devenir de sus negocios, lo que se está plasmando en muchos casos en una revisión al alza de sus expectativas de negocio; iv) una inflación que, aunque lentamente, parece que marcha en la buena dirección y que se espera se reduzca sustancialmente durante los meses de verano; y v) unos bancos centrales que, poco a poco, van levantando el pie del acelerador en su proceso de alzas de tipos, como consecuencia de lo anterior, deberían servir para que los inversores recuperen sus ganas de asumir mayores riesgos, ganas que perdieron de golpe tras el inicio de la crisis de confianza que sigue afectando al sector bancario estadounidense. Este último factor es el que más nos preocupa en el corto plazo, dado que, en cualquier momento, la tensión en los mercados puede resurgir si un nuevo banco regional entra en problemas. Además, muchos especuladores siguen al acecho para incrementar sus posiciones cortas en las que consideran las piezas más débiles ante la pasividad de los supervisores -este fin de semana por fin se ha comenzado a debatir sobre este tema-.

Más a corto plazo, y en lo que hace referencia a la presente semana, señalar que las dos principales citas para los inversores son: i) la reunión del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE), en la que la institución creemos que volverá a subir sus tasas de interés de referencia en 25 puntos básicos, hasta el 4,5%; en principio el mercado espera que el BoE dé por acabado aquí su proceso de alzas de tipos aunque la elevada inflación en el Reino Unido, que continúa por encima del 10%, y la fortaleza del mercado laboral pueden forzar a la institución a continuar con el mismo; y ii) la publicación en Estados Unidos este miércoles de las cifras del IPC de abril. En principio se espera que el crecimiento interanual del índice general se mantenga sin cambios con relación al mes precedente en el 5%, y que el de su subyacente baje ligeramente hasta el 5,4% desde el 5,6% de marzo. Además, al día siguiente se publicará en Estados Unidos el índice de precios de la producción (IPP) del mismo mes, para el que se espera que su crecimiento interanual se sitúe a su nivel más bajo en dos años, tanto para el índice general (+2,4%) como para su subyacente (3,3%). De cumplir tanto el IPC como el IPP estadounidenses con lo esperado por los analistas, creemos que ello será muy bien acogido por los mercados. En sentido contrario, de mostrarse la inflación más resistente de lo estimado, la idea de que la Fed deberá seguir subiendo sus tasas de interés volverá a tomar fuerza, lo que provocará tensiones en los mercados de bonos y de acciones.

Hoy esperamos que, para empezar la semana, los principales índices bursátiles europeos, tras las fuertes alzas del viernes, abran sin una tendencia fija y sin grandes cambios, muy pendientes del comportamiento de los futuros estadounidenses y del de los bancos regionales estadounidenses, que en la última sesión del viernes rebotaron con fuerza al estar muy sobrevendidas sus acciones. Por lo demás, señalar que tanto la agenda macroeconómica como la empresarial son hoy algo livianas, por lo que no esperamos que tengan un impacto relevante en la macha de los mercados.