El escenario que se empieza a descontar es el de una inflación que remitirá en breve mientras que las economías entran en una recesión menos profunda

Broker_frente_a_pantalla_mercados

Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Ayer los principales índices bursátiles europeos y estadounidense cerraron al alza, en una sesión de escasa actividad, en la que los bonos tuvieron un buen comportamiento, mientras que el dólar y el precio del crudo bajaron con fuerza. Como venimos señalando desde comienzos de la misma, esta semana es muy particular ya que la actividad en Wall Street y, por ende, en el resto de bolsas occidentales, ha estado condicionada desde el comienzo de la misma por la celebración hoy en Estados Unidos del Día de Acción de Gracias, lo que mantendrá este mercado cerrado durante la jornada, mientras que mañana sólo abrirá media jornada. Esta festividad mantiene a muchos agentes del mercado estadounidense fuera del mercado durante gran parte de la semana, ya que aprovechan para irse de vacaciones, lo que reduce los volúmenes de contratación y facilita movimientos “extremos” en algunos precios de los activos, por lo que no suele ser una buena semana para sacar conclusiones sobre el estado real de los mercados.

No obstante, señalar que ayer tanto las cifras macroeconómicas como el contenido de las actas del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) celebrado a comienzos de noviembre “favorecieron” a los inversores que vienen apostando por un cercano cambio en la estrategia de los bancos centrales en su proceso de retirada de estímulos monetarios, cambio que sería consecuencia de la moderación de la inflación y de la intención de estas instituciones de evitar una fuerte recesión de sus economías. Así, las lecturas adelantadas de noviembre de los índices de gestores de compra de los sectores de las manufacturas y de los servicios, los PMIs, confirmaron que las economías de la Eurozona (-0,2% en tasa intertrimestral), del Reino Unido (-0,4% en tasa intertrimestral) y de Estados Unidos (-1,0% en tasa intertrimestral anualizada) ya están contrayéndose en el 4T2022. Además, estas encuestas mostraron una sensible caída de las presiones inflacionistas, presiones que se están reduciendo i) por los menores problemas en las cadenas de suministro, ii) la mayor debilidad de la demanda final de productos y servicios y iii) unos menores precios energéticos, favorecidos éstos por un clima más moderado de lo que es habitual en estas fechas. Además, y en Estados Unidos, el mayor incremento del esperado del desempleo semanal, la recuperación del sentimiento de los consumidores en la segunda mitad del mes de noviembre y la ligera reducción de las expectativas de inflación a un año y la estabilidad de las de a 5 años, también sirvieron para que los inversores que apuestan por el escenario mencionado encontrasen razones para su confirmación. Por último, la fuerte caída del precio del crudo en las últimas semanas, caída que ayer fue consecuencia de la filtración de un plan de los países occidentales para “capar” el precio del crudo ruso muy “descafeinado”, también “juega” a favor de una moderación de la inflación global y, por tanto, de la confirmación de este escenario.

Por último, las actas del FOMC también sirvieron para “dar alas” a esta hipótesis, ya que la mayoría de los miembros del Comité abogaron por comenzar a reducir el ritmo de las alzas de tipos, tan pronto como en su reunión de diciembre -se consolida la hipótesis de una subida de “sólo” 50 puntos básicos-. Además, una parte relevante del Comité argumentó que un ajuste excesivo de tipos podría aumentar los riesgos económicos. El único “pero” a todo lo señalado fue la opinión de algunos miembros del FOMC, recogida en las actas, de que el nivel final de las tasas oficiales puede ser más alto de lo que se pensó en un principio.

De este modo, el escenario que están comenzando a descontar los mercados de divisas, de bonos y de acciones occidentales es el de una inflación que comenzará a remitir en breve, mientras que las principales economías desarrolladas entran en recesión, pero en una recesión que será menos profunda de lo esperado. Los bancos centrales, por su parte, comenzará a ralentizar el ritmo de sus alzas de tipos, dando el proceso por acabado a finales del 1T2023, mientras se plantean la posibilidad de comenzar a revertir algunas de estas alzas a finales del próximo ejercicio para impulsar de este modo el crecimiento económico. Este escenario, de cumplirse, sí justificaría el comportamiento reciente de todos estos mercados. El mayor riesgo para los mismos es que este escenario no se cumpla y que la inflación se muestre más difícil de combatir y moderar; que los bancos centrales se vean forzados a seguir subiendo sus tasas oficiales hasta niveles actualmente no previstos; y que, por todo ello, la recesión sea más profunda de lo ahora descontado por la mayoría de los inversores. En este caso, las bolsas occidentales es muy probable que vuelvan a testar los mínimos marcados este año.

De momento, y centrándonos en la sesión de hoy, señalar que esperamos que las bolsas europeas abran ligeramente al alza, pero sin gran convicción, en un ambiente de muy reducida actividad al no contar los inversores con la referencia de Wall Street, mercado que, como hemos señalado, permanecerá cerrado. No obstante, la agenda macroeconómica del día trae dos interesantes citas: i) la publicación en Alemania de los índices de clima empresarial, que elabora el instituto IFO, que se espera hayan mejorado ligeramente en noviembre y ii) la publicación de las actas del último Consejo de Gobierno del BCE, actas que esperamos arrojen algo de luz sobre las intenciones futuras de la institución en materia de política monetaria, tanto en lo que hace referencia a las alzas de sus tipos de interés, con especial atención a la posible mención de un tipo terminal, como al comienzo del proceso de reducción de su balance, proceso que algunos de sus miembros, los más conservadores, están comenzando a solicitar con cierta insistencia.