Renta 4 | Apertura plana (futuros Eurostoxx 0%, S&P 0%) en una sesión que contará con dos claros protagonistas: el IPC americano y la reunión del BCE. Por su parte, el Brent continúa avanzando (+3% en la semana y superando 67 usd/b) ante el riesgo de aranceles secundarios a compradores de crudo ruso (Trump amenaza con arancel del 100% a India y China si la UE lo aplica también, en un intento de presionar a Putin para avanzar en la paz con Ucrania). En términos de aranceles destaca también la intención de México de aplicar aranceles del 50% a automóviles y otros productos de China y otros exportadores asiáticos, buscando proteger a la industria doméstica, en la misma línea de Trump.
En cuanto al IPC de EEUU de agosto (14:30h), se espera un ligero repunte en tasa general (+2,9%e y +2,7% anterior) y estabilidad en subyacente (+3,1%e y anterior), aun cuando ayer tuvimos unos precios a la producción moderando más de lo esperado hasta +2,8% en tasa subyacente (vs +3,4% anterior). Este repunte en el IPC sería achacable al repunte de inflación en bienes por el efecto de los aranceles, puesto que el componente de vivienda podría seguir ralentizándose, al igual que los precios energéticos. No es previsible que el dato tenga demasiado impacto en las expectativas de bajadas de tipos de septiembre, en tanto en cuanto a corto plazo pesará más la desaceleración en la creación de empleo. Sólo en caso de resultar mucho mejor de lo esperado, podría incrementar las expectativas de que el recorte de tipos del 17-septiembre sea de 50 pb (probabilidad actual 54%).
Respecto a la reunión del BCE (decisión 14:15h, conferencia de Lagarde 14:45h), sin cambios esperados en sus tipos de interés (tipo de depósito 2%) tras los últimos mensajes que apuntan a que el ciclo actual de bajada de tipos podría darse por finalizado tras recortes de 200 pb desde junio 2024. Únicamente un deterioro mayor de la actividad económica (que por el momento no se vislumbra, a la luz de los últimos indicadores adelantados de ciclo, el esperado impacto positivo en 2026 de un mayor gasto en defensa e infraestructuras y un acuerdo comercial con EEUU que, sin ser el mejor, no es tan malo como podría haberse temido) o unas mayores presiones deflacionistas que situasen el IPC sustancialmente por debajo de su objetivo del 2% (fundamentalmente por una mayor fortaleza del euro vs dólar ante intensas bajadas de tipos de la Fed o por una “inundación” de productos chinos en Europa) justificarían un recorte adicional en 2026. Es previsible que reiteren su visión de decidir reunión a reunión, en función de los datos. Prestaremos atención a la actualización del cuadro macro (crecimiento e inflación), aunque sin expectativas de grandes cambios.



