CdM | La Eurozona registró una pérdida de impulso en junio, ya que la expansión se atenuó hasta mínimos de tres meses. «El crecimiento económico en la zona euro puede atribuirse por completo al sector servicios. Mientras que la economía del sector manufacturero se debilitó considerablemente en junio, el crecimiento de la actividad empresarial en el sector servicios siguió siendo casi tan robusto como en el mes anterior».
De hecho, en Hamburg Commercial Bank creen que «existen buenas probabilidades de que las empresas de servicios sigan siendo la fuerza decisiva que mantiene el crecimiento económico general en territorio positivo durante el resto del año».
De momento, en junio, el índice PMI compuesto de actividad total de la zona euro, ajustado estacionalmente, señaló que su reciente tendencia alcista se malogró al final del segundo trimestre al descender por primera vez desde octubre de 2023.
El índice, que registró 50,9 en junio, se situó por encima del nivel de ausencia de cambios de 50 por cuarto mes consecutivo, revelando un aumento sostenido de la actividad comercial de la zona euro. No obstante, la última cifra cayó frente a 52,2 registrado en mayo, por lo que indicó una ralentización del crecimiento y señaló un aumento de la actividad total que fue el de menor intensidad de los últimos tres meses y tan sólo marginal en general.
Las condiciones de la demanda fueron un factor restrictivo para las empresas de la zona euro al cierre del segundo trimestre, ya que los últimos datos mostraron que las cargas de trabajo totales se redujeron por primera vez desde febrero pasado. La disminución del total de ventas reflejó una marcada caída de los nuevos pedidos recibidos en el sector manufacturero, mientras que la demanda de servicios registró un aumento (aunque a un ritmo más lento).
Los nuevos pedidos recibidos de clientes internacionales también se contrajeron en junio. De hecho, la caída de los nuevos pedidos para exportaciones superó la observada para los nuevos pedidos en total, lo que implica que las fuentes externas ejercieron un mayor lastre para la demanda que los mercados internos. Los pedidos por realizar cobraron mayor importancia como medio para sostener los niveles de actividad en junio. En consecuencia, los volúmenes de pedidos pendientes cayeron por decimoquinto mes consecutivo. Los pedidos por completar disminuyeron en los dos sectores estudiados en junio, mientras que las reducciones se aceleraron. A su vez, la tasa de erosión de los pedidos pendientes en general fue la más fuerte desde febrero pasado.