El Riksbank endurece su mensaje ‘hawkish’; pendientes de las expectativas de inflación de la Universidad de Michigan

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Renta 4 | Las bolsas europeas abren con caídas (futuros Eurostoxx -0,6%, futuros S&P -0,1%), con nuevas referencias macro de fondo, especialmente centradas en inflación.

Hemos conocido en China datos de precios de enero, que muestran una inflación mucho más baja que en Europa o Estados Unidos, aunque con los precios al consumo repuntando. Así, el IPC chino repunta a +2,1% i.a. (vs +2,1%e y +1,8% anterior), apoyado por la reapertura (giro de 180 grados en la política cero Covid) y el Nuevo Año Lunar. Por el contrario, los Precios a la producción mantienen su caída, -0,8% i.a. (vs -0,5%e y -0,7% anterior).

Por el contrario, en Japón se mantiene una elevada presión sobre los Precios a la producción en enero +9,5% i.a. (vs +9,7%e +10,5% anterior), un argumento adicional para que el Banco de Japón vaya girando hacia una política monetaria menos expansiva.

Destacamos asimismo la inflación en Alemania publicada ayer, con repunte en enero a +8,7% i.a. (vs +8,9%e y +8,6% anterior), que muestra que el problema de la elevada de la inflación está lejos de poderse dar por zanjado.

Hoy la atención estará en Estados Unidos, en las expectativas de inflación de la confianza consumidora de la Universidad de Michigan, que podrían repuntar ligeramente (+4%e vs +3,9% anterior) tras varios meses de retrocesos (pico 5,4% en marzo 2022), y que serán también relevantes de cara a la evolución futura de los tipos de interés americanos (reiteramos nuestra idea de techo en 5%-5,25% y mantenimiento en esos niveles durante todo 2023, frente a las expectativas de mercado de inicio de recortes en 2S23).

A nivel de bancos centrales, destacamos la decisión del Riskbank de subir ayer tipo +50 pb hasta el 3% (en línea con lo esperado) pero, sobre todo, el endurecimiento de su mensaje en lo que respecta a nuevas subidas y mantenimiento en zona restrictiva (techo en 3,25%-3,50% y sin bajadas hasta 2025) y aceleración de la reducción de balance. Con este mensaje más “hawkish”, el banco central sueco espera contar con el apoyo de una divisa más apreciada para alcanzar sus objetivos de inflación, con las últimas cifras (diciembre), general 10,2% y subyacente 8,4%. Como obstáculo principal a una política monetaria muy restrictiva, tendríamos el riesgo de corrección en el mercado inmobiliario y la debilidad de la actividad económica.