Los inversores empiezan a aceptar que la lucha contra la inflación no ha acabado y que será un proceso más largo de lo descontado

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Un IPC de Alemania, correspondiente al mes de enero, algo mejor de lo esperado y una serie de buenos resultados empresariales, entre ellos los de la multinacional Siemens (SIE-DE), permitió que ayer los principales índices bursátiles europeos cerraran con significativos avances, aunque lejos de sus niveles más elevados del día. A este positivo comportamiento también contribuyó el repunte de los precios de los bonos de la región y la consiguiente relajación de sus rendimientos tras varios días en que estos últimos habían subido con fuerza. No obstante, el hecho de que los índices de Wall Street, tras haber iniciado la sesión sólidamente al alza, fueran, poco a poco, perdiendo fuerza terminó lastrando el comportamiento de los europeos que, como hemos señalado, terminaron la jornada alejados de sus máximos intradía.

En lo que hace referencia a la inflación alemana, comentar que había mucho miedo en los mercados a que las cifras del IPC de Alemania de enero sorprendieran negativamente, con un repunte muy superior al que finalmente alcanzó en el mes. Es por ello, por lo que tanto los mercados de bonos como los de acciones europeos reaccionaron de forma positiva a su publicación. No obstante, las cifras implican que, probablemente, Eurostat tenga que revisar al alza las tasas de crecimiento del IPC en enero en el conjunto de la Eurozona, algo que podremos confirmar a mediados de este mes. En este sentido, señalar que, si bien es cierto que la inflación en la Eurozona parece haber superado ya el pico del actual ciclo, también lo es que continúa siendo muy elevada, con su subyacente mostrándose reacia a moderarse, algo sobre lo que los miembros más “conservadores” en materia de política monetaria del Consejo de Gobierno, los denominados “halcones”, vienen insistiendo día tras día en sus mensajes. Todo ello nos hace seguir apoyando un escenario en el que la tasa terminal de la Eurozona superará lo que vienen descontando los mercados, ya que el BCE seguirá subiendo la misma al ritmo de medio punto porcentual, al menos en sus dos próximas reuniones de política monetaria de su Consejo de Gobierno. Entendemos que el mercado de bonos de la región parece que ya comienza a reflejar esta posibilidad, mientras que el de renta variable todavía creemos que no lo recoge, dada la fortaleza que vienen mostrando las cotizaciones de algunos valores/sectores a los que este escenario no beneficia en absoluto.

Algo parecido está ocurriendo en Wall Street, donde los inversores, tras las últimas intervenciones del presidente de la Reserva Federal (Fed) y de algunos de los miembros de su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), parecen que están comenzando a aceptar que la lucha contra la alta inflación no ha acabado y que será un proceso más largo de lo que venían descontando, por lo que la política monetaria del banco central estadounidense permanecerá restrictiva más tiempo del esperado. Así, empiezan a desvanecerse las “ilusiones” de muchos de estos inversores de que la Fed baje sus tipos este año y, por el contrario, comienza a aumentar la preocupación sobre el efecto que en el crecimiento económico de Estados Unidos tendrán unas tasas de interés más altas y más duraderas de lo esperado. Todo esto fue lo que ayer provocó que tanto los bonos como las acciones estadounidenses cerraran la sesión a la baja, con los principales índices bursátiles de Wall Street mostrándose incapaces de mantener el rebote inicial y cerrando a la baja por segunda sesión de forma consecutiva.

Hoy esperamos que el negativo cierre de Wall Street se deje notar esta mañana cuando abran las bolsas europeas, cuyos principales índices esperamos que comiencen la jornada a la baja, en línea con el comportamiento que han tenido esta madrugada la mayoría de las bolsas asiáticas. Decir, por otra parte, que los inversores ya empiezan a centrar su atención en las cifras del IPC estadounidense de enero, que se darán a conocer el próximo martes y que pueden ser importantes para determinar el comportamiento de la renta variable occidental en el corto plazo. En ese sentido, insistimos que, por el momento, no identificamos ningún nuevo catalizador que permita a los principales índices superar en el corto plazo las importantes resistencias a las que se enfrentan a sus actuales niveles. Es por ello que seguimos “defendiendo” que estos mercados entrarán en una fase de consolidación que, en el corto plazo puede conllevar, además, una pequeña corrección, dados los actuales niveles de sobrecompra que presentan los índices y muchos valores. No obstante, intentar determina el timing de los mercados es siempre muy complicado y, normalmente, lleva a los inversores a cometer errores de bulto. Es por ello que aconsejamos mantener posiciones, al menos hasta que no se confirme un deterioro importante del aspecto técnico de los mercados, algo que no esperamos que ocurra por el momento.