El Riksbank empieza la flexibilización de su política con un recorte de 25 pb, hasta el 3,75%

riskbank_bandera

Intermoney | El Riksbank era el protagonista en clave de bancos centrales. Contrario a la norma habitual de hacerlo un jueves, la entidad sueca se reunía en miércoles debido a la festividad del Día de la Ascensión. El encuentro tenía un significado especial ya que el banco decidía empezar su ciclo de flexibilización con un recorte de 25 p.b. hasta el 3,75% en su tipo de referencia, una decisión que entraba dentro de nuestros esquemas porque en marzo se abría la puerta a la reducción de las tasas. El propio comunicado del banco advertía entonces que era probable que el tipo de interés oficial se recorte en mayo o junio si las perspectivas de inflación proseguían siendo favorables. No faltaba quien estimase que las acciones comenzarían en junio debido a que algunas fuerzas como la presión sobre la corona sueca así como la reticencia a adelantarse al BCE eran escollos a superar.

No es nuestro caso, primero porque no nos hemos cansado de advertir que ha sido una de las economías que más lastre ha sufrido debido al comienzo del ciclo de endurecimiento de las autoridades, entre otras cosas por la estructura de los préstamos hipotecarios en Suecia, más sensibles al endurecimiento y que por tanto han perjudicado más a los hogares que en otras regiones. De hecho, Suecia ha registrado cuatro trimestres consecutivos de crecimiento negativo, y el 1tr24 fue del -0,3% trim. Segundo, por el progresivo proceso desinflacionario, que ha llevado al IPC a situarse en el 4,1% (recordemos que el máximo llegó a ser el 12,3%) y la medida subyacente preferida por el Riksbank al 2,9%. Tercero, el mercado laboral dista de estar igual de tensionado que en otras regiones, y el desempleo se situó en el 8,6%, por encima de la media anterior a la pandemia del 6,9%. Actualmente, el porcentaje de empresas que afirman que la mano de obra es un obstáculo para el negocio ha caído hasta el 15% y es uno de los más bajos de la UE.

Pero podríamos añadir un cuarto factor, y es que, se podía esperar un recorte hawkish que buscara sostener por un lado las presiones a la corona al tiempo que decidía flexibilizar su política. Y aquí sí nos ha sorprendido la reunión de hoy, porque el tono no era tan duro. El comunicado rezaba que “si las perspectivas de inflación se mantienen, se espera que la tasa de política se reduzca dos veces más durante la segunda mitad del año” a medida que se reforzaban la perspectiva de que la inflación permanezca cerca del objetivo también a largo plazo. Lo único en lo que mostraban un tono más restrictivo es que el comité está rechazando la idea de que podría recortar las tasas en reuniones consecutivas y que el gobernador Thedeen ha señalado repetidamente que una moneda más débil es el principal riesgo para la inflación.

Aunque la corona ganaba terreno durante la sesión, tampoco parece, en nuestra humilde opinión, tan suficientemente estricto el hecho de afirmar que no harán dos recortes consecutivos. Además, aquí podemos encontrar un error por parte de los suecos. Una cosa es acometer el primer paso del ciclo de flexibilización y otro telegrafiar en detalle los próximos pasos para la segunda mitad del añoEn un escenario de mayor incertidumbre y con una Fed mucho más cauta, que está forzando a otros bancos a mantener una visión más estricta, podemos considerar que telegrafiar el curso de actuación en lo que resta de año puede generar un error de política monetaria, aunque los precios en algunos sectores de servicios son elevados y los planes de fijación de precios de las empresas de servicios se mantienen por encima de las tendencias prepandémicas.