Es posible que cuando el BCE y la Fed cumplan con lo anunciado, los mercados se tranquilicen y puedan retomar la tendencia alcista perdida

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Ayer asistimos a una sesión extraña, tanto en las bolsas europeas como en las estadounidenses, en la que quedó plasmado el “desconcierto” que muestran muchos inversores en relación al futuro escenario macroeconómico al que se deberán enfrentar los mercados.

Así, el cambio radical de postura ante la inflación que han experimentado los bancos centrales en un corto espacio de tiempo, pasando de considerar ésta como transitoria a más permanente y “peligrosa”, lo que los ha llevado a modificar de forma radical su hoja de ruta en materia de política monetaria, mantiene a muchos inversores, tanto en los mercados de bonos como en los de renta variable, bastante “despistados”. Tampoco lo tienen claro los analistas y los estrategas de las grandes casas de análisis, muchos de los cuales mantienen discursos y expectativas muy distintas. Todo ello está provocando una gran indefinición en las bolsas, que llevan días sin ser capaces de definir una tendencia. En ese sentido, cabe destacar como durante la jornada de ayer tanto los principales índices bursátiles europeos como los de Wall Street cambiaron de sentido varias veces, con los primeros yendo de menos a más, cerrando el día en su mayoría con avances, mientras que los segundos, en una jornada de muchas idas y vueltas, perdieron en la última media hora todo lo ganado durante la jornada, cerrando muy cerca de sus niveles mínimos del día, con el Dow Jones acabando plano y el S&P 500 y el Nasdaq Composite en negativo

A nivel sectorial el “desconcierto” es similar, con los inversores cambiando de “apuesta” incluso a lo largo de la sesión. Aun así, en las últimas sesiones sí se ha podido apreciar una ligera preferencia por los valores/sectores que mejor se comportan en un escenario de crecimiento económico, alta inflación y tipos de interés al alza, destacando por ello especialmente el sector financiero, concretamente los bancos y las aseguradoras. Además, últimamente también lo vienen haciendo algo mejor que el mercado en su conjunto los valores relacionados con las materias primas minerales y los de la energía, ambos aprovechando la fortaleza que muestran los precios de estos productos y su capacidad para trasladar las alzas de los mismos a sus clientes finales. 

De momento, y como comentamos ayer, no vemos a corto plazo ningún factor que pueda cambiar esta fase de elevada incertidumbre por la que atraviesan los mercados y, por ende, el sentimiento de los inversores, que raya en el pesimismo. Es posible que cuando en marzo tanto el BCE como la Reserva Federal (Fed) cumplan con lo anunciado, y aceleren el proceso de retirada de sus estímulos monetarios, los mercados se tranquilicen y puedan retomar la tendencia alcista perdida. De momento, y este hecho es muy positivo, las empresas están dando a conocer en general unas positivas cifras trimestrales y, en general, se muestran relativamente optimistas con el devenir de sus negocios. Ello se está plasmando en el hecho de que los analistas estén revisando al alza las expectativas de resultados de más compañías de las que lo están haciendo a la baja. 

Hoy esperamos que las bolsas europeas abran la jornada sin una clara tendencia, con los inversores utilizando como principales referencias los rendimientos de los bonos soberanos y los futuros de los índices bursátiles de Wall Street, que serán los que “marquen el paso” a la renta variable europea, al menos hasta que abran esta tarde las bolsas estadounidenses. Por lo demás, señalar que la sesión de hoy presenta una agenda macro muy liviana, mientras que la agenda empresarial viene bastante más cargada, con empresas como BNP Paribas, Banco BPM, Outokumpu, BP, TUI o Navigator dando a conocer sus cifras trimestrales en Europa y compañías como DuPont, Lyft, Pfizer, Peloton o trivago publicando las suyas en Wall Street. 

Por último, comentar que los inversores siguen también muy pendientes de la crisis ucraniana y de los esfuerzos que están realizando políticos como el presidente francés, Macron, para evitar el conflicto armado. En este sentido, destacar que ayer el presidente de Francia visitó a su homólogo ruso, Putin, para tratar este tema, aunque no parece que la reunión fuera muy fructífera. Este factor también viene pesando desde hace semanas en el ánimo de unos inversores que, sobre todo en Europa -en Wall Street este tema preocupa bastante menos, con los inversores mucho más pendientes de la inflación y de la Fed-, no terminan de creerse que en el siglo XXI puedan surgir este tipo de amenazas en el continente.