La Fed redobla sus esfuerzos para contener la inflación: sube los tipos 75 pb hasta 1,5-1,75% y eleva su ‘dot plot’ hasta 3,4% en diciembre 22

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Renta 4 | Apertura al alza (futuros Eurostoxx +0,2%), haciendo lectura de la reunión de la Fed de ayer, con un claro compromiso en la lucha contra la inflación que determinará un escenario de menor crecimiento, y a la espera del Banco de Inglaterra que se reunirá hoy, y que junto con el Banco de Japón el viernes y la reunión de emergencia del BCE ayer marcan una semana totalmente condicionada por los bancos centrales.

La Fed confirmó las expectativas del mercado y subió +75 pb (el mayor incremento desde 1994), en la que ha sido su cuarta subida del año, hasta 1,50%-1,75%, con el fin de frenar una inflación claramente por encima del objetivo (IPC mayo marca un nuevo máximo en 8,6% vs 8,3% anterior) y efectos de segunda ronda (mercado laboral en pleno empleo). El mercado descuenta +50/+75pb en la reunión de julio (en línea con lo apuntado por Powell) y otros +50/+75 pb en septiembre, para luego moderar a +50 pb en noviembre y +25 pb en diciembre, lo que llevaría los tipos a cerrar el año en niveles del 3,6%, muy por encima del nivel neutral del 2,5%. La Fed revisó su “dot plot” claramente al alza frente a marzo: 3,4% dic-22 (+150 pb vs 1,9% en marzo), 3,75% dic-23 (+100pb vs 2,8%), 3,4% en 2024 y 2,5% a largo plazo (vs 2,4% en marzo). En cuanto a la reducción del balance iniciada este mes, sin novedades, con un ritmo inicial de reducción de 27.500 mln usd para llegar a una velocidad de crucero de 95.000 mln usd en septiembre. La reacción de los mercados: moderación en TIRes (-19 pb hasta 3,3% vs 3,5%), mientras que las bolsas se decantaron por las ganancias tras el discurso de Powell (subidas aceleradas de tipos para combatir inflación), con notable volatilidad de fondo. El dólar, tras un primer movimiento apreciador (1,03 usd/eur), vuelve a niveles pre-reunión.

En cuanto a la actualización del cuadro macro de la Fed, se ha saldado con una revisión sustancial a la baja del crecimiento del PIB 2022e +1,7% (vs +2,8% anterior) y en menor medida para años posteriores (2023e +1,7% vs +2,2%, 2024e +1,9% vs +2%) y fuertemente al alza de la inflación 2022e +5,2% (vs +4,3% anterior), aunque con notable moderación en años siguientes, 2023e +2,6% (vs +2,7%), 2024e+2,2% (vs +2,3%). La Fed se muestra así dispuesta a tolerar una mayor desaceleración económica e impacto en el empleo (estima tasa de paro 2024e 4,1% vs 3,6% anterior) a cambio de controlar la inflación. La cuestión será si tiene éxito en su objetivo de “soft landing” (no será fácil) y la economía no se desacelera más de lo previsto en un contexto de subidas rápidas de tipos de interés.

Por su parte, el BCE celebró ayer una reunión de emergencia para afrontar el problema de la fragmentación financiera tras el fuerte incremento de TIRes desde el pasado miércoles 8-junio (antes de su reunión oficial del jueves 9-junio), que ha llegado ha ser de +80 pb en la TIR 10 años italiana, llevando el diferencial Italia-Alemania a 240pb, a las puertas del “nivel de dolor” de 250-275 pb en el que esperábamos alguna actuación por parte del BCE. Tras la exigencia de mayor concreción por parte del mercado sobre cómo frenar los costes de financiación, especialmente en economías periféricas, el BCE reitera su compromiso de reinvertir los vencimientos del PEPP con total flexibilidad (ya conocido en la reunión del jueves pasado, al afirmar que las compras de deuda contra la pandemia, 1,7 bln eur, se reinvertirían con total flexibilidad en tiempo, geografía y producto) y encarga el diseño de un nuevo sistema anti-fragmentación. De momento, intervención verbal pero sin acciones concretas. No hay detalle de cómo será ese nuevo sistema de control de las primas de riesgo (¿tamaño, cómo y cuándo se aplicará?). Aunque TIRes y diferenciales se moderan, la mejora se desinfla al no convencer el BCE: la TIR italiana mejoró inicialmente de 4,2% (máximos de 2013) a 3,75% para volver a repuntar a 3,82%, -36pb diarios, con el diferencial a 217 pb. Por su parte, el Euro perdió lo ganado previamente ante la confirmación de que no habrá acción concreta en el corto plazo. En cualquier caso, en positivo, la preocupación del BCE por la fragmentación financiera señala cuál es su “nivel de dolor” (y su intención de no tolerar más ampliaciones de diferenciales a partir de un determinado nivel) y podría asimismo llevar asociada una subida de tipos menos intensa de la descontada por el mercado (o una disociación entre tipos y QE).

Siguiendo con bancos centrales, hoy tendremos reunión del Banco de Inglaterra, el mercado descuenta que continúe elevando sus tipos de interés con una subida de +25/+50 pb hasta 1,25%-1,50% (probabilidad del 70% de +50 pb), y finalizar 2022 en torno a 2,8%, para llegar en 2023 a niveles del 3,5% en un escenario en el que la inflación se mantiene persistentemente alta, si bien la desaceleración económica (impacto en consumo de pérdida de poder adquisitivo), y aún a pesar de los nuevos estímulos fiscales anunciados, podría frenar en cierta medida este tensionamiento monetario esperado.