Los datos de empleo en EEUU son claves para determinar en qué momento se anuncia y empieza a instrumentarse la retirada de estímulos monetarios

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Renta 4 | Las bolsas europeas abren plano en la última sesión de la semana, que vendrá marcada por el importante dato de empleo de mayo en Estados Unidos y por las conferencias que ofrecerán Powell y Lagarde en un panel del BIS y FMI sobre cambio climático. 

Todo ello después de que Wall Street valorase positivamente ayer la posibilidad de que Biden ceda en parte en su idea de subir impuestos (ahora sugiere un tipo de sociedades mínimo del 15% vs propuesta inicial de subirlo al 28%) para así conseguir el apoyo republicano a sus planes de estímulo, aunque las negociaciones siguen su curso. 

Tras la debilidad mostrada por el informe de empleo de abril (+266 mil vs +1 millón de empleos esperados), hoy podremos comprobar hasta qué punto se trató de un “error estadístico” y cuál es la versión más actualizada del mercado laboral americano. Si la encuesta de empleo privado ADP de mayo conocida ayer es un buen indicador (fuerte sorpresa al alza, +978 mil vs +650 mil esperados y +654 mil anterior, mientras que el dato semanal tocaba un nuevo mínimo post-pandemia), hoy el informe oficial de mayo debería ser sólido. El mercado descuenta +674 mil nóminas no agrícolas (+266 mil en abril), con la tasa de paro moderándose a 5,9%e vs 6,1% anterior y sin presiones inflacionistas de calado en los costes laborales pese al repunte esperado (+1,6%e i.a. vs +0,3% anterior). A pesar de la fortaleza de la economía americana en términos generales, es necesario ver una aceleración en la mejora del mercado laboral para considerar la recuperación completa, y es por ello que los datos de empleo serán claves para determinar en qué momento se anuncia y empieza a instrumentarse la retirada de estímulos monetarios. La TIR 10 años repuntó ayer ligeramente (+4 pb a 1,63%) a la espera del dato de hoy. 

En cuanto a la recuperación de la movilidad y en lo que a tráfico aéreo respecta, destaca en negativo la decisión de ayer de Reino Unido de no ampliar su lista verde y, lo que es peor, de reducirla, pasando a Portugal a ámbar y a otros países a rojo. Alegan temor a nueva mutación de la variante india.