Los mercados comienzan a ponerse nerviosos ante la falta de acuerdo sobre el techo de deuda: aumenta la volatilidad y ceden terreno desde el martes

Janer Yellen, secretaria del Tesoro de EEUU

Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | A medida que pasan los días sin que se alcance un acuerdo político en Estados Unidos para incrementar el límite del techo de la deuda los inversores están comenzando a mostrarse cada vez más inquietos, lo que provocó que nuevamente ayer los principales índices bursátiles europeos y estadounidense cerraran claramente a la baja, siendo los descensos más pronunciados en Europa, donde también pesaron mucho las noticias que llegaban desde China sobre un fuerte brote de Covid-19, algo que hizo temer a los inversores por la implementación de posibles nuevas restricciones en el país. Si bien no contemplamos este escenario, ya que no parece que las autoridades chinas estén por la labor de volver a cerrar el país, entendemos la inquietud de los inversores dada la opacidad y la falta de transparencia con la que se está llevando este tema desde el principio en el país asiático.

Además, ayer en Europa la publicación del IPC de abril del Reino Unido y de los índices IFO de clima empresarial del mes de mayo en Alemania tampoco ayudó mucho a mejorar el ánimo de los inversores ya que, en el primer caso la inflación tuvo un comportamiento peor de lo esperado. Así, si bien la general se redujo sensiblemente, lo hizo menos de lo estimado por los analistas, mientras que su subyacente siguió subiendo, impulsada por los precios de los alimentos procesados y de los servicios. En lo que hace referencia a los índices IFO, éstos también sorprendieron a la baja, sobre todo por el fuerte descenso del componente de expectativas, que muestra a unas empresas alemanas preocupadas por el devenir de esta economía y de sus negocios.

Pero lo que más penalizó ayer el comportamiento de las bolsas, tanto en Europa como en Wall Street, fueron las hasta ahora poco productivas negociaciones entre republicanos y demócratas para incrementar el límite del techo de la deuda, negociaciones que llevan ya un par de días en un muy preocupante impasse, lo que puede provocar que los políticos estadounidenses, por pasarse de frenada, aboquen al país a una crisis autoinducida de dimensiones desconocidas. Hasta el momento los mercados de valores se habían mantenido relativamente tranquilos, confiados en que, como siempre, al final se alcanzaría un acuerdo para evitar el default de Estados Unidos. No obstante, la incertidumbre que están generando las negociaciones, en las que ninguna de las partes parece estar dispuesta a ceder, han empezado a reflejarse en el comportamiento de las bolsas, que desde la jornada del martes están cediendo terreno, eso sí, en un ambiente de escasa actividad. A medida que avancen los días sin acuerdo la tensión en los mercados irá a más, con un significativo incremento de la volatilidad. En nuestra opinión, si bien entendemos que para muchos inversores es muy complicado actuar de este modo, lo más razonable en estos momentos es mantenerse quietos y confiar que, al final, se alcance un acuerdo por muy limitado que éste sea, ya que la alternativa, que Estados Unidos entre en default, creemos que no beneficiaría a ninguna de las partes implicadas y sí haría mucho daño a la economía del país, así como a su credibilidad futura.

En este sentido, cabe destacar que la agencia de calificación crediticia Fitch ha colocado la calificación crediticia “AAA” de Estados Unidos en perspectiva “negativa”, poniendo como principal motivo para su decisión la actuación partidista de los políticos estadounidenses con relación al incremento del límite del techo de la deuda. Este primer “toque de atención” que da una agencia crediticia a Estados Unidos, que puede que no sea el último, debería hacer reflexionar a los políticos estadounidenses de ambos partidos. Cabe señalar que ayer, y a pesar de la falta de avance en las negociaciones, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano McCarthy, siguió mostrándose optimista sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo. No obstante, los inversores se están poniendo cada vez más nerviosos, lo que, aparte de las caídas en la renta variable, se reflejó ayer en el hecho de que el rendimiento de las letras del Tesoro estadounidenses que vencen a principios de junio superó brevemente el nivel del 7%.

Por último, no querríamos dejar de mencionar el hecho de que ayer se publicaron las actas de la reunión que celebró a principios del mes de mayo el Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed, el FOMC, actas en las que se demostró que el mencionado comité está dividido entre los que creen que ya se ha hecho suficiente en materia de tipos y los que piensan que se debería hacer algo más para doblegar la alta inflación. Tras la lectura de las mismas, consideramos que el escenario más probable sigue siendo el de que la Fed haga en su reunión del FOMC de junio un “alto en el camino” y no suba sus tasas de referencia, no siendo descartable, sin embargo, que si los datos “no acompañan”, especialmente los de la inflación, vuelva a subir sus tasas de interés más adelante.

Hoy esperamos una sesión “tensa” en las bolsas europeas, en una jornada que creemos comenzará nuevamente ligeramente a la baja, con los inversores muy pendientes de las noticias que lleguen desde Estados Unidos sobre el avance de las negociaciones. El tiempo se les está echando encima a los políticos estadounidenses con el día “X”, el 1 de junio, cada vez más cerca y con cada vez menos tiempo para que un posible acuerdo para incrementar el límite de la deuda sea debatido y votado en el Congreso. Eso es lo que más nos preocupa; que un error de cálculo pueda precipitar el default de Estados Unidos con todo lo que ello conlleva.

Por lo demás, comentar que en la agenda macroeconómica del día destaca la publicación en Alemania de la lectura final del PIB del 1T2023, cuyo crecimiento se espera que se haya estancado, y la segunda lectura de esta misma variable en Estados Unidos, donde el crecimiento se estima que ha sido muy moderado. En principio, con los inversores pendientes del tema de la deuda estadounidense, la publicación de estas variables debería pasar inadvertida para los inversores, salvo que sorprendan a la baja, lo que añadiría “más leña al fuego” a unos mercados que ya de por sí se muestran bastante tensionados.