La Fed y el BCE intentarán “quitar hierro” a la crisis bancaria en EEUU y seguirán con su planes de subir 25 y 50 p.b., respectivamente, en sus próximas reuniones

Christine Lagarde y Jerome Powell

J.J. Fdez- Figares (Link Securities) | Ayer, y tras un comienzo de sesión “tenso”, en el que los inversores siguieron mostrando grandes dudas sobre cómo afrontar la crisis bancaria estadounidense, las bolsas europeas se giraron al alza, animadas por la positiva apertura de Wall Street, lo que permitió a sus principales índices cerrar el día con fuertes avances, liderados por los valores del sector bancario, que recuperaban de este modo una pequeña parte de lo que habían cedido en los últimos días. Algo similar ocurrió en Wall Street, cuyos índices terminaron la jornada con importantes avances, muy cerca de sus niveles más altos del día. 

En este giro radical, que también afectó, “para mal”, a los bonos, cuyos precios cedieron terreno con fuerza durante la jornada, lo que conllevó un sensible repunte de sus rendimientos, tuvo mucho que ver la publicación en EEUU de los datos de inflación del mes de febrero, datos que estuvieron en línea con lo esperado por los analistas aunque, como se preveía, siguieron mostrando un incremento de precios muy por encima del objetivo del 2% establecido por la Reserva Federal (Fed). El hecho de que la inflación no se hubiera comportado en febrero peor de lo esperado, algo que temían muchos inversores, fue recibido con alivio, permitiendo, además, que los inversores volvieran a centrar su atención en la macroeconomía, dejando de momento de lado la crisis de confianza que viene afectando al sector bancario, inducida por la caída de dos entidades estadounidenses de tamaño mediano durante el pasado fin de semana. Es más, los bancos estadounidenses, especialmente los regionales, que habían sido “masacrados” por los inversores durante la sesión de lunes, recuperaron ayer con fuerza, aunque sus cotizaciones continúan muy lejos de los niveles que tenían antes del inicio de la mencionada crisis.

Como señalamos en nuestro comentario de ayer, nuestra esperanza era, y sigue siendo, que en los próximos días la situación que afecta al sector bancario estadounidense se vaya tranquilizando, lo que podría provocar, como ocurrió ayer, un nuevo repunte de los rendimientos de los bonos, motivos ambos que entendemos pueden impulsar nuevamente al alza las cotizaciones del sector bancario europeo. En ese sentido, y teniendo en cuenta que todavía es pronto para “lanzar las campanas al vuelo” -la caída de otra entidad volvería a tensionar mucho la situación-, nuestra recomendación sigue siendo la de estar muy pendientes a cómo evolucionan los acontecimientos ya que, si finalmente el mercado deja atrás esta pequeña crisis bancaria, algo por lo que apostamos, creemos que el sector bancario europeo vuelve a ofrecer a los actuales niveles de precios niveles de entrada atractivos

A partir de hoy, y siempre que el sector bancario estadounidense no dé un nuevo susto, la atención de los inversores la volverán a monopolizar los bancos centrales. Si bien la mencionada crisis bancaria ha hecho que muchos analistas y estrategas se replanteen sus expectativas sobre las decisiones que en materia de tipos de interés adoptarán las principales autoridades monetarias europeas y estadounidenses en las reuniones que celebrarán este mes sus comités de política monetaria, nuestra opinión continúa siendo la misma. Esperamos que mañana el BCE suba sus tasas oficiales en 50 puntos básicos y que la semana que viene el Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed, el FOMC, lo haga en 25 puntos básicos. Además, esperamos que ambas instituciones se posicionen respecto a lo sucedido en el sector bancario estadounidenses. En ese sentido, señalar que estamos convencidos que en ambos casos intentarán “quitar hierro” a la situación, dando de este modo un importante voto de confianza al sector bancario de sus respectivas regiones. Lo que sí creemos que va a cambiar a partir de ahora es la comunicación, especialmente la de muchos de los miembros de estos comités, que se han venido mostrando muy “agresivos” en materia de tipos. Así, esperamos que se imponga el mantra de que, a partir de ahora, las próximas actuaciones en materia de tipos de interés dependerán totalmente de los datos que se vayan publicando. 

Antes, y en lo que hace referencia a la sesión de hoy, señalar que esperamos que las bolsas europeas abran entre planas o ligeramente a la baja, con los inversores ya pendientes y a la espera de lo que mañan “diga y haga” en su reunión el Consejo de Gobierno del BCE. También se mantendrán muy atentos a las noticias que lleguen desde EEUU sobre el sector bancario, así como al comportamiento en bolsa del mismo, especialmente de las entidades regionales, que han sido las más señaladas en esta crisis. 

Por lo demás, comentar que en la agenda macroeconómica del día de hoy destaca sobre todo la publicación esta tarde en EEUU del índice de precios de la producción (IPP) del mes de febrero que, como ha sucedido con la del IPC, se espera que su tasa interanual de crecimiento se haya moderado en el mes con relación a la de enero, tanto en su componente general (5,4% vs 6,0% en enero, según FactSet) como en su subyacente (5,2% vs 5,4% en enero). De ser así, ello supondría un nuevo alivio para los inversores. En sentido contrario, unas lecturas por encima de lo esperado creemos que no serían buen recibidas por los mercados, tanto por los de bonos como por los de acciones.