Santander | ESTRATEGIA: El rally del mercado de crédito empieza a perder gas. Y son varias las señales de cautela, muchas de ellas, por valoración. La más reciente, los NIPs del mundo corporativo, que ya han entrado en terreno negativo. Estaban en la zona de los 21pb en 2023 y rozaron los 40pb en octubre 2023. Se trata de un fenómeno no totalmente inusual, pero que no ocurría desde 2021 (ver gráfico más abajo). Por otro lado, el principal driver de las mejoras, el sector financiero, comienza a acercarse a territorio de FV. Y la prima de hasta 70pb vs corporates de mediados de 2023, se ha evaporado hasta sólo 8pb.
Si nos vamos a la media 2014-21 (Fins cotizaban 10pb por debajo de NonFins) diríamos que, con todo, al sector financiero todavía le quedarían 18pb de mejora (ver figuras más abajo). Veremos si se acerca el fin de fiesta en el 1er aniversario (hoy) del anuncio de la absorción de CS por UBS. Que supuso un rally de c500pb para el mercado de AT1s (desde el 20 marzo hasta la actualidad) y una mejora del 80% en la cotización bursátil de UBS (y del 31% para el Stoxx600 Banks). Pero lo cierto es que las señales de tensión siguen creciendo y, con ellas, el ruido regulatorio en torno a la necesidad de incrementar los colchones de capital (el más reciente de Claudia Buch) en un entorno en el que los dividendos crecerán un 50% este año (c€120mm -FT).
Y en el que la tensión no sólo crece en áreas conocidas como las tarjetas de crédito en EEUU fuera del mundo prime. No sólo los volúmenes de crédito en tarjetas han saltado hasta máximos históricos ($1,1trn) con el drenaje de la tasa de ahorro. También están saltando las tasas de deuda atrasada (10%) y muy atrasada (90+ días), ya en máximos de más de 10 años: 6,4% vs 4% en el 4T22. Este fenómeno, aún poco visible en la economía, también se comienza a extender hacia las tasas de default globales. Y no sólo porque estamos ante el mayor número de defaults en enero-febrero desde 2009 (29) y Europa es la responsable del salto (8 desde 0 en 2022 y 3 en 2023). Es que si anualizáramos estos datos, con c.175 defaults en 2024, estaríamos ante el peor registro tras el estallido de la burbuja de internet (2001, 191), el salto durante la crisis financiera (2009, 285) y el covid (2020, 218).