¿Debemos temer una burbuja tecnológica?

David Rainville, Luca Fasan, Marie Vallaeys, gestores de Sycomore AM, parte del ecosistema de Generali Investments | Los buenos resultados, las valoraciones superiores a las registradas históricamente, Nvidia… son los principales temas que los inversores quieren comentar con nosotros estos días, con una pregunta posterior sobre si el sector aún tiene recorrido alcista a partir de ahora. 

Nuestra respuesta es sencilla: creemos que el sector aún tiene un recorrido alcista significativo y aprovecharíamos cualquier debilidad como oportunidad de compra.

¿Por qué? Estamos saliendo de uno de los peores periodos tras 18 meses para los fundamentales tecnológicos desde la gran crisis financiera de 2008. Con importantes revisiones negativas de los beneficios a nuestras espaldas, creemos que podemos esperar una fuerte recuperación cíclica de la tecnología, incluso olvidando el entusiasmo en torno a la IA.

Actualmente estamos observando verdaderos «brotes verdes» de demanda en determinados segmentos de la tecnología que, en nuestra opinión, son indicadores adelantados del inicio de un sólido ciclo de revisión de beneficios en el sector. En particular, nos fijamos en el nuevo gasto en plataformas de nube de acceso público (Microsoft Azure, Amazon Web Services y Google Cloud Platform), que cayó en picado a principios del otoño del año pasado y desde entonces se ha acelerado con fuerza (incluso cuando se ajusta el gasto en IA).

Esperamos que esta evolución positiva empiece a repercutir en el gasto en ordenadores personales (PCs), servidores y, finalmente, en software empresarial (más en la segunda mitad de este año), lo que ayudará a ampliar un ciclo de mejora de beneficios potencialmente positivo.

Además, a pesar del increíble comienzo de año en enero y febrero para el sector tecnológico, recordamos a los inversores que la tecnología no está impulsando la mayor parte del rendimiento del mercado de renta variable hasta la fecha. En concreto, el sector tecnológico estadounidense ha subido menos del 10%, frente al 10,4% del S&P 500. El sector más rentable este año es el de servicios públicos (utilities), con un 11%, y no el tecnológico. 

En lo que respecta a la valoración, el valor tecnológico medio a escala mundial se negocia a 22 veces el PER, frente a una media de 5 años de 20x1. Sin embargo, si observamos los ciclos históricos de revisión de beneficios en el sector tecnológico, no es necesario que los múltiplos aumenten para que el sector tecnológico no sólo genere rentabilidades positivas, sino que también supere al resto del mercado.

Esto significa para nosotros que el crecimiento de los beneficios es lo más importante. Por lo tanto, a pesar de unos múltiplos superiores a los históricos, somos optimistas sobre las perspectivas del sector, basándonos únicamente en la capacidad de generación de beneficios que estas empresas pueden exhibir en los próximos 24 meses.

Nvidia, el motor de la Inteligencia Artificial

Nvidia no ha decepcionado. Al contrario, el fabricante mundial de microchips utilizados para entrenar y hacer funcionar modelos de inteligencia artificial presentó el 22 de mayo unos resultados trimestrales espectaculares. La empresa ha vuelto a batir las estimaciones del consenso, con unas ventas de 26.000 millones de dólares (el consenso esperaba 24.000 millones). Considerada un barómetro de la industria de la inteligencia artificial, Nvidia también ha publicado previsiones optimistas para los próximos meses. El valor ha superado el umbral simbólico de los 1.000 dólares, pero sigue cotizando a múltiplos que, en nuestra opinión, aún no muestran signos de exuberancia.

Esperamos que la cuota de Nvidia en el mercado de microchips de IA se mantenga por encima del 80% durante varios años, gracias al liderazgo tecnológico de la empresa sobre sus rivales y a las elevadas barreras de entrada en el sector. En el futuro, el sólido crecimiento de la empresa, en la que seguimos plenamente invertidos, se trasladará inevitablemente a la cadena de suministro. Por tanto, estamos convencidos de que las empresas que suministran componentes o servicios a las unidades de procesamiento gráfico de IA también saldrán ganando.

En consecuencia, recientemente hemos iniciado posiciones en Asia Vital Components, proveedor de componentes de hardware con sede en Taiwán, Astera Labs, proveedor estadounidense de soluciones de semiconductores, y Vertiv. Esta última, con sede en EE.UU., diseña tecnologías de refrigeración por agua para centros de datos, que ayudan a reducir en un 10% el consumo total de energía de estas instalaciones de alto consumo.

Además, reforzamos nuestras inversiones en Micron, líder estadounidense en fabricación de memorias, y en Wiwynn y Delta Electronics, ambas empresas taiwanesas. La primera, proveedora de infraestructuras de computación en nube, ofrece productos destinados a mejorar la eficiencia energética de centros de datos y servidores, permitiéndoles ser más respetuosos con el medio ambiente.

Delta Electronics desarrolla productos energéticos innovadores y eficientes. En 2022, los productos del grupo ayudaron a ahorrar 4.020 millones de KWh de electricidad y a reducir las emisiones de carbono en 2.046 millones de toneladas. El objetivo de Delta es alcanzar el 100% de consumo de energía renovable en todas sus operaciones mundiales para 2030, frente al 63% en 2022. El fundador y presidente honorario del grupo, Bruce Cheng, fue aclamado como «CEO – Chief Environmental Officer» y «The Godfather of Taiwan’s Tech» por los medios de comunicación taiwaneses en reconocimiento a su compromiso con la preservación del medio ambiente.

Una cartera diversificada que excluye los valores GAFA

Somos conscientes de que no puede excluirse el riesgo de que se forme una burbuja, por lo que nos mantenemos vigilantes y flexibles en nuestro planteamiento de inversión. Seleccionamos empresas que creemos que ofrecen el mejor potencial alcista, ajustado a los riesgos financieros y de sostenibilidad, dentro de subsectores prometedores. Entre ellos figuran las nuevas formas de trabajar, la digitalización de industrias como la construcción o la ciberseguridad. Teniendo en cuenta las previsiones optimistas sobre la IA, hemos intensificado nuestras inversiones en toda la cadena de valor.