Por primera vez desde principios de año, asistimos a revisiones al alza de los beneficios europeos en 2024

François Rimeu, estratega senior en La Française AM | Los mercados se recuperaron en mayo tras un mes de abril ligeramente difícil para los activos de riesgo, con una observación que no ha cambiado: el clima es mucho más favorable cuando los tipos de interés estadounidenses están a la baja, como ocurrió el mes pasado.

La inflación estadounidense, por una vez, cumplió las expectativas, lo que contribuyó a calmar a los mercados de renta fija, especialmente tranquilizados por las noticias relativamente negativas de la economía estadounidense. En efecto, la gran mayoría de las cifras decepcionaron, con ventas minoristas que no progresan, caídas significativas de las cifras del ISM y deterioro de los índices de confianza (Conference Board, Universidad de Michigan). Como ya se ha dicho, probablemente estemos al final de las revisiones al alza del crecimiento estadounidense.

Sin embargo, ¿significa esto que una recesión es inminente? La respuesta es un claro no a nuestros ojos, debido a un mercado laboral todavía tenso (aunque lo sea menos), de un efecto riqueza que sostiene el consumo, y de una política fiscal todavía muy acomodaticia. Esta política sigue generando importantes emisiones, algunas de las cuales han sido moderadamente acogidas por los inversores, como ha sido el caso en las últimas semanas. Una vez más, no estamos realmente preocupados, ya que los factores técnicos se mantienen dentro de los límites históricos.

Los mercados de renta variable también se vieron respaldados por unos resultados empresariales en general alentadores a ambos lados del Atlántico. Nvidia, en particular, fue una vez más el motor de los mercados estadounidenses: a 5 de junio, el S&P 500 subía un 9,57%, y la mitad de este aumento era atribuible únicamente a Nvidia. En términos más generales, por primera vez desde principios de año, asistimos a revisiones al alza de los beneficios europeos en 2024.

En la eurozona, continúan las buenas noticias con la confirmación de la aceleración del crecimiento. Los índices PMI, ZEW e IFO indican una tasa de crecimiento trimestral en torno al 0,3%-0,4%, mucho mejor que el crecimiento nulo registrado en 2022. Así pues, las revisiones al alza deberían continuar, como fue el caso del BCE durante su última conferencia de prensa, lo que en general apoya a los mercados de renta variable y a los diferenciales de crédito. También hay que señalar que las buenas noticias no se limitan a la zona euro, ya que la mayoría de las grandes economías están viendo acelerarse su crecimiento.

Los banqueros centrales, por su parte, han pronunciado en general discursos bastante acomodaticios, con recortes de tipos en Canadá, la eurozona y Suecia. Más allá de los recortes de tipos, el BCE también pareció tranquilizado por los últimos datos de inflación salarial recibidos en el primer trimestre y rebajó sus previsiones de aumento salarial.