La esperanza de un recorte en agosto se desvanece a pesar de que el Banco de Inglaterra ha acertado con la inflación

Johnathan Owen, gestor, TwentyFour AM (Boutique de Vontobel) | Las últimas cifras de inflación del Reino Unido supondrán un cierto alivio para los consumidores, pero tras la cifra principal, los responsables de las políticas del Banco de Inglaterra (BoE) se enfrentan a un panorama más complejo que sugiere que los recortes de los tipos de interés podrían estar aún lejos.

Los datos publicados en la mañana del miércoles mostraron que la inflación del Índice de Precios al Consumo (IPC) cayó exactamente al 2% en mayo, en línea con las expectativas del mercado y marcando un retorno al objetivo del 2% del BoE por primera vez desde julio de 2021.

Principales cifras

•Inflación IPC: Bajó al 2%, en línea con el consenso y ligeramente por encima de la previsión del 1,9% del Banco de Inglaterra.

•Inflación subyacente del IPC: Bajó al 3,5%, en línea con las expectativas del mercado.

•Inflación del IPC de servicios: Bajó al 5,7%, por encima de las expectativas del mercado del 5,5% y de la previsión del Banco de Inglaterra del 5,3%.

La caída en la inflación general hasta alcanzar el nivel objetivo es un dato positivo, sobre todo si se tiene en cuenta que la inflación del Reino Unido alcanzó un máximo del 11,1% en octubre de 2022, momento en el que era difícil creer que el Banco de Inglaterra superaría a la Reserva Federal y al Banco Central Europeo en la tarea de volver a situar la inflación en el nivel objetivo. La caída se vio impulsada por descensos significativos de los precios de los bienes industriales no energéticos y de los alimentos; los precios de los coches usados cayeron un 0,5% respecto al mes anterior, por ejemplo, mientras que la inflación anual de los alimentos bajó al 1,7% en mayo desde el 2,9% de abril.

Sin embargo, la inflación de los servicios se mantuvo a un nivel obstinadamente elevado, del 5,7% en mayo, sólo un ligero descenso respecto a los meses anteriores y sustancialmente superior a la previsión del BoE del 5,3%. Esta persistencia se debe principalmente a los aumentos inesperados de las tarifas aéreas, el alojamiento y los costes de comunicación. Sólo las tarifas aéreas aumentaron un 14,9% intermensual, mucho más de lo previsto, al igual que los precios del alojamiento.

Antes de los datos del IPC del miércoles, los mercados habían descartado en gran medida cualquier posibilidad de que el Banco de Inglaterra recortara los tipos en junio, aunque la probabilidad de un recorte en agosto se situaba en el 44%. Tras la publicación de las cifras, que no contribuyeron a aliviar la preocupación por la elevada inflación de los salarios y los servicios, la reacción de los bonos ha sido bastante moderada. El rendimiento de los gilts a dos años subió 5 puntos básicos y el de los gilts a 10 años 3 puntos básicos, pero las expectativas de recorte de tipos también se han reducido, y los mercados reflejan ahora una probabilidad del 36% de un recorte en agosto y un recorte total de 42 puntos básicos para finales de año.

A pesar de que el Banco de Inglaterra ha logrado situar la inflación general en el objetivo del 2%, la rigidez de la inflación de los servicios, impulsada por el fuerte crecimiento de los salarios y la resistencia de la demanda en determinados sectores, hace cada vez más improbable, en nuestra opinión, un descenso de los tipos en agosto. Se espera que la inflación se mantenga estable en el 2% en junio, pero podría aumentar hasta el 2,9% en noviembre (según las previsiones de Pantheon Macroeconomics) debido a un posible aumento del tope de precios de los servicios públicos del Reino Unido para reflejar la subida de los precios mayoristas de la energía. Lograr un retorno sostenible al objetivo del 2% depende de una reducción significativa de la inflación de los servicios, que según las previsiones sólo disminuirá hasta el 4,8% a finales de 2024. Esto pone de relieve el reto que supone mantener la inflación en el objetivo del 2% y refuerza el enfoque basado en datos del BoE como la estrategia adecuada de cara al futuro.

El primer ministro Rishi Sunak y el Partido Conservador pueden celebrar la vuelta a una inflación del 2% y a defender recortes de los tipos, pero la persistencia de la inflación de los servicios y de los salarios aleja, en nuestra opinión, cualquier posibilidad de un descenso en agosto. El reciente aumento del desempleo hasta el 4,4% en abril puede apuntar a cierta debilidad económica, pero puede no ser suficiente para mover el dial en el proceso de toma de decisiones del Banco de Inglaterra.

Aunque la mejora del índice general es considerable, el camino hacia una inflación estable y baja sigue siendo complejo. Esperamos que el Banco de Inglaterra actúe con cautela y retrase cualquier recorte de tipos hasta que haya pruebas más consistentes de la disminución de las presiones inflacionistas en todos los sectores