Martin Wolburg (Generali Investments) | La zona euro desafió los temores de otro trimestre de estancamiento de la actividad y registró un sorprendente aumento del PIB del 0,3% intertrimestral en el segundo trimestre. La información procedente de los países sugiere que el comercio exterior (Francia) y la estabilización del consumo (Alemania) fueron los principales motores. Sin embargo, de cara al futuro, es evidente que se está produciendo un enfriamiento de la actividad. A principios del tercer trimestre, los principales indicadores de confianza se deterioraron de forma generalizada. El PMI compuesto retrocedió hasta 48,9, un nivel coherente con la contracción de la producción, mientras que los componentes prospectivos de varias encuestas empresariales también se debilitaron.
Aun así, creemos que el estancamiento de la actividad, pero no una recesión, es el escenario base para la segunda mitad del año. Un factor estabilizador clave será una mayor moderación de la inflación. En julio, la inflación general cayó al 5,3% interanual. El retroceso de los precios de la energía y las materias primas y la menor presión de los oleoductos situarán la inflación por debajo del 3% interanual a finales de año. La mejora del crecimiento real de los ingresos y la solidez del mercado laboral serán los principales pilares estabilizadores. La confianza de los consumidores repuntó en julio hasta su nivel más alto desde el 22 de febrero y es probable que siga avanzando, coincidiendo en última instancia con un mayor gasto.
En conjunto, mantenemos sin cambios nuestras previsiones de crecimiento para 2023/24 (0,5%/0,6%), por debajo del consenso (0,6%/0,9%), pero consideramos que los riesgos se inclinan a la baja.
El tipo de interés oficial del BCE alcanzará su nivel máximo en septiembre
En la reunión de julio, el BCE elevó el tipo (de depósito) al 3,75%, como se esperaba. Sin embargo, aunque considera que la inflación sigue siendo demasiado alta (con una inflación subyacente estable en el 5% interanual en julio) durante demasiado tiempo, ya no ve la necesidad de subir necesariamente más los tipos, sino que ahora adopta una postura verdaderamente dependiente de los datos. Los datos de inflación y las proyecciones macro actualizadas serán clave. Creemos que las previsiones de crecimiento del BCE son demasiado optimistas. Pero dudamos de que las perspectivas de inflación actualizadas sean lo suficientemente benignas como para dejar de subir los tipos. Ha quedado claro que el BCE sigue preocupado por la dinámica de la inflación interna. Por lo tanto, mantenemos nuestra opinión de una última subida de 25 puntos básicos hasta el nivel máximo del 4,0%, pero reconocemos que ahora se trata de una opción muy ajustada. En cualquier caso, creemos que el nivel máximo de tipos se alcanzará en el tercer trimestre y se mantendrá ahí durante aproximadamente un año.