Benoit Anne (MFS) | Lo que puede ir mal en 2025. Aparentemente, mucho. He realizado una encuesta a los gestores de carteras de renta fija de MFS y les he preguntado cuáles creían que serían los principales riesgos para este año. Atención: el resultado da un poco de miedo. En total, nuestros gestores de carteras señalaron 25 factores de riesgo distintos en los que han estado pensando, lo que significa que la gestión del riesgo macro y la volatilidad probablemente seguirán siendo temas importantes en el próximo periodo. Hubo una breve lista que surgió claramente como las fuentes de riesgo más populares. Entre ellas figuran, como era de esperar, los nuevos riesgos de inflación, las repercusiones de una guerra comercial mundial, la geopolítica y una posible crisis de la zona del euro. Además de la lista de consenso interno, algunos gestores de carteras también expresaron su preocupación por: el riesgo a la baja del crecimiento mundial; el riesgo de una recesión en EE.UU.; el riesgo de que la IA pueda decepcionar, desencadenando así una corrección del mercado; posibles ciberataques; el riesgo de una crisis política en Francia; el riesgo de subidas de tipos sorprendentes en el G-10; el impacto negativo del retroceso de la inmigración; una escasez de financiación; un acontecimiento de volatilidad; una crisis del mercado privado; el estallido de la burbuja de las criptomonedas; y, por último, valoraciones excesivas del mercado. En otras palabras, 2025 se perfila como otro año movido en los mercados mundiales.
– Mantener la calma y seguir adelante. A pesar de la desalentadora lista de riesgos de mercado comentada anteriormente, la renta fija mundial puede contar al menos con la contribución positiva de uno de los componentes clave de sus expectativas de rentabilidad total: el carry. El carry parece que va a seguir siendo elevado, cortesía de HFLFL -mi nuevo acrónimo favorito para el año que viene: higher for longer, for longer. Con los tipos estadounidenses a 10 años cercanos al 4,60%, la parte de renta de la renta fija debería desempeñar un papel importante. Para ser claros, las perspectivas son menos constructivas para los demás componentes de la rentabilidad total de la renta fija. En concreto, el descenso de los tipos como resultado de la agresiva relajación de la Reserva Federal parece ahora descartado. Mientras tanto, el contexto macroeconómico puede estar en buena forma, especialmente en EE.UU., pero puede ser exagerado esperar una compresión significativa de los diferenciales desde el nivel actual. Lo que nos lleva de nuevo al carry, como último bastión de las expectativas de rentabilidad favorables. Los diferenciales de crédito pueden parecer comprimidos, pero es importante recordar que el panorama de valoración de los rendimientos totales parece bastante favorable, como ilustran, por ejemplo, los rendimientos de los IG estadounidenses muy por encima del 5%.