Las materias primas, entre la reapertura china y la recesión de EEUU

Wisdom Tree | Las materias primas han tenido una racha de dos años de fuerte rentabilidad en 2021 y 2022. 2023 ha comenzado con todos los sectores de materias primas registrando rentabilidades estelares a excepción de la energía. Esto ha estado impulsado por la reapertura de China, así como los indicios de que la inflación esté dando una tregua (dándole a los bancos centrales una oportunidad para revertir sus políticas restrictivas) y un crecimiento global que se está manteniendo mejor a lo temido. Una continuación del declive del dólar también ha ayudado a quitarle algo de presión a las materias primas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los economistas nunca han estado así de pesimistas con respecto a la economía estadounidense, tal como lo demuestra la encuesta de clientes profesionales del Banco de la Reserva Federal de Filadelfia (Fed de Filadelfia) que data de 1969. La actual caída del sector manufacturero e inmobiliario, junto con una curva de rendimiento profundamente invertida, envía una advertencia de que la economía más grande del mundo enfrentará en 2023 una recesión. La intensidad de ésta dependerá de cuán continua sea la fortaleza en el mercado laboral. Hasta ahora, los riesgos están sesgados hacia un aterrizaje suave en lugar de una recesión económica profunda y prolongada.

Por tipo de activo:

Los metales preciosos han registrado los beneficios más sólidos (+4,7% el mes pasado) en las materias primas, siendo el oro el de mayor apreciación durante el mes (+5,8%). Ahora que los obstáculos macro del 2022 del oro (la política monetaria restrictiva, el fortalecimiento del dólar, el incremento del rendimiento de los bonos del Tesoro de EE. UU.) se convierten en viento de cola (un debilitamiento del dólar, un pico en la inflación estadounidense allanando el camino para una política monetaria estadounidense laxa y los menores rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense), esperamos que la actual subida del oro tenga más espacio extenderse. Hemos visto de algún modo un tono menos restrictivo por parte de la mayoría de los exponentes de la Reserva Federal (Fed) al hacer más referencia a una mayor acotación de las subidas de los tipos de interés en un 0.25%, mientras que el vicepresidente de la Fed, Brainard, envió un mensaje más equilibrado asegurando que la política monetaria se mantiene lo suficientemente restrictiva pese a que se atenúe la magnitud a la cual se suben intereses.

Los metales industriales se apreciaron un 3,7% el mes pasado, extendiendo su recuperación pronunciada durante los últimos seis meses que ahora acumula un 22%. Si bien todavía resta ver si, y por cuánto, la actividad manufacturera en China mejorará durante los próximos meses, se espera que la relajación de las reglas de confinamiento mueva la aguja en la dirección positiva. Nos mantenemos constructivos sobre las perspectivas de que la narrativa de la transición energética impulse a los metales industriales este año. Muchos consideran que la Ley de Reducción de la Inflación del año pasado en los EE. UU. es monumental porque significa que la transición energética se ha convertido en sinónimo de independencia energética. El alejamiento de los combustibles fósiles y hacia las tecnologías verdes es un buen augurio para las perspectivas de demanda de los metales industriales.

Las materias primas agrícolas se apreciaron un 1,4% el mes pasado, impulsadas por la apreciación de los granos. Las perspectivas fundamentales del maíz y la soja mejoraron para el año, mientras que las materias primas cultivables fueron lastradas a la baja debido a las grandes preocupaciones en torno a la oferta y la demanda. No obstante, el cacao y el algodón fueron las excepciones dentro de este subgrupo de materias primas al haber obtenido el mes pasado retornos más altos gracias a que la oferta se mantuvo más ajustada de lo esperado.

El rezagado del pack fue la energía. Los precios del gas natural estadounidense han caído un 51%, a diferencia de los barriles de crudo Brent y WTI, los cuales se apreciaron el mes pasado. De todos modos, ha sido un recorrido lleno de baches. Aunque todos los beneficios que los precios del Brent y WTI obtuvieron entre mediados y finales de diciembre se esfumaron en la primera semana de 2023, el mercado se recuperó a la semana siguiente. El Brent y el WTI se operan un 6% al alza con respecto al mes de informe. No obstante, las proyecciones de demanda más recientes de la OPEC continúan siendo cautelosas, pese a que es probable que la reapertura de China se convierta en un impulsor de la demanda. Esto podría indicar que el cártel se está preparando para mantener la oferta restringida con un nuevo recorte. La razón detrás de la caída de los precios del gas natural radica en los inviernos ilógicamente cálidos en EE. UU y Europa. Europa ha hecho un esfuerzo consciente para cargar su capacidad de almacenamiento de cara al invierno y reducir su demanda de energía. Asimismo, la Unión Europea se fijó un objetivo de una reducción del 15% de la demanda de gas entre agosto de 2022 y marzo de 2023.