Lo que nos quita el sueño a los gestores de renta fija

Marco Giordano (Wellington Management) | Varios factores del entorno macroeconómico están en el punto de mira una vez transcurrido el primer mes del año. Son los siguientes: 

1) Escalada en el Mar Rojo. A corto plazo, seguimos viendo que los precios del transporte marítimo se mueven al alza, ya que los transportistas de carga evitan el Mar Rojo y se ven obligados a tomar la ruta mucho más larga alrededor del Cabo de Buena Esperanza. Aunque menos impactantes que la interrupción post-Covid, los acontecimientos en el Mar Rojo tienen el potencial de sumarse a la inflación de las mercancías. Una perturbación de la oferta debida al retraso en la entrega de éstas tendrá probablemente un impacto más grave en Europa, dado que tiene una economía abierta y el mayor aumento de los costes de transporte marítimo ha afectado a las rutas entre Europa y Asia. La magnitud de la perturbación sigue siendo incierta, pero puede influir en las decisiones de política monetaria si persiste.

2) Efectivo al margen. La incertidumbre de los mercados durante los dos últimos años ha provocado la retirada de cantidades récord de dinero de los fondos de renta variable y renta fija para invertirlas a tipos atractivos en fondos del mercado monetario. Ante la perspectiva de que el ciclo de subidas haya llegado definitivamente a su fin, podríamos asistir a un importante cambio de tendencia a medida que los inversores adquieran confianza en que hemos tocado techo en los tipos de interés.

3) Descarrilamiento de la narrativa del aterrizaje suave. Como ya se ha señalado, las economías se están ralentizando (al tiempo que evitan las recesiones) y la inflación ha recorrido un largo camino desde su máximo de 2022. Hasta ahora, los datos respaldan las expectativas de los inversores de un aterrizaje suave, pero las sorpresas al alza y a la baja podrían cambiar rápidamente la valoración del mercado. Aunque podríamos asistir a un deterioro repentino de las condiciones económicas, existe un riesgo real de que la inflación toque fondo en un nivel superior al objetivo del 2%, ya que los mercados laborales siguen siendo resistentes y estamos empezando a ver una reaceleración del ciclo. En este contexto, los mercados de renta variable y de renta fija siguen disociados, con la deuda pública mostrando una volatilidad mucho mayor que las acciones (así como el crédito), que siguen descontando en su cotización un panorama macroeconómico más favorable.

4) Foco en el sector inmobiliario. La preocupación por el sector bancario resurgió después de que un banco regional estadounidense anunciara cancelaciones de préstamos inmobiliarios comerciales problemáticos y un aumento de las provisiones para insolvencias futuras. El banco ha superado recientemente la barrera de los 100.000 millones de dólares en activos, lo que conlleva un mayor nivel de escrutinio sobre el riesgo de crédito, el capital, la liquidez y los costes de regulación y cumplimiento. Los bancos de importancia sistémica mundial (GSIB) con más de 700.000 millones de dólares en activos están sujetos a una mayor supervisión y regulación y han demostrado una resistencia significativa. Aunque no vemos que surja un riesgo sistémico de este banco en concreto, estamos pendientes de posibles repercusiones adversas.

5) El cambio de política de Japón. La normalización en 2024 es ahora una opinión consensuada de los inversores, sin embargo, el momento y el ritmo de esta será algo que los mercados tendrán que navegar con cuidado. La reciente caída de la inflación podría dar al Banco de Japón (BoJ) una gran libertad para determinar cuándo abandonar los tipos negativos y dejar formalmente de controlar la curva de rendimientos. En las actas publicadas recientemente, los funcionarios del BoJ parecen cada vez más seguros de que el crecimiento salarial ha repuntado significativamente y de que la inflación está pasando gradualmente a ser generada internamente, en lugar de importada. El IPC subyacente, que excluye las partidas más volátiles como los alimentos y la energía, respalda la opinión de que la política acomodaticia está logrando por fin su objetivo deseado de elevar la inflación de forma sostenible hasta el 2%.

Sectores en los que vemos oportunidades (como compañía de gestión activa, nuestras opiniones/posicionamiento son dinámicos y lo que figura a continuación puede no cambiar durante meses o cambiar dentro de un mismo mes en función de las condiciones del mercado):