Santander | Mensajes intencionadamente ambiguos desde Jackson Hole: dato-dependencia. La pelota vuelve al tejado de la economía en una semana relevante con datos de IPC de la EZ de agosto y con la publicación de los payrolls. Todo en la que, además, históricamente ha sido una de las semanas más ricas del verano para el primario (€18mm de media en 2016-22). Y que llega con la antesala de los inesperados, y bien recibidos, €17mm emitidos la semana pasada tras un mes de julio muy flojo y un arranque de agosto aún más débil.
A las puertas ya del que ha sido históricamente el mes más débil para los mercados (la media de retornos del S&P500 en septiembre es del -0,4% en los últimos 30 años), las señales de falta de convicción en la dirección de los mercados en un entorno de valoraciones muy exigentes proceden del S&P500, que lleva todo el mes de agosto sin encarrilar dos sesiones consecutiva de subidas, algo que no se producía desde abril 2002 (Bloomberg). Tras los mensajes hawkish post-JH de Holzmann y Kazaks del BCE y de Mester de la Fed, atención también hoy a los comentarios de Nagel y, de nuevo, de Holzmann; y el jueves de Schnabel y de Guindos. También este jueves el BCE publicará las actas de la reunión de política monetaria de julio.