El mercado pasa de la inflación al crecimiento

Michael Krautzberger y Georgios Georgiou (Allianz GI) | Tras un marcado tono de aversión al riesgo en agosto, la recuperación de la confianza ha ayudado a que los precios de la renta variable y los rendimientos de los bonos vuelvan a subir. Un informe sobre la inflación en Estados Unidos poco alentador, seguido de un repunte del desempleo en Estados Unidos, ha hecho temer que, al igual que ocurrió con la inflación en 2021, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) no consiga evitar una recesión.

Por otra parte, el Banco de Japón subió los tipos 15 puntos básicos para que las acciones japonesas se desplomaran y el yen se disparara, poniendo fin a las operaciones de carry, que consisten en obtener préstamos a bajo coste en yenes para comprar activos extranjeros de mayor rendimiento. 

Aunque más gradual que drástica, esta normalización de los indicadores económicos y de la política económica parece desmesurada debido a factores técnicos, como los bajos niveles de volatilidad de los mercados y los volúmenes de negociación, así como la liquidación de las posiciones populares. A pesar de que el informe de empleo de julio fue más moderado, el aumento del desempleo se debió sobre todo a la incorporación de más personas a la población activa. Y aunque los resultados corporativos del segundo trimestre han sido más modestos hasta ahora, con algunas empresas argumentando una menor demanda debido a la subida de los precios, los beneficios declarados no son negativos. Seguimos considerando que el aterrizaje suave es nuestro escenario de base, y que cualquier deterioro paulatino de los datos no hace sino atenuar las probabilidades de un escenario de «no aterrizaje» en el que la economía estadounidense siga yendo viento en popa. Aún queda camino por recorrer, ya que otros datos sobre el empleo en Estados Unidos están aguantando. La tasa de vacantes de empleo no agrícola se mantuvo en el 4,9% en junio, el nivel más alto desde el año 2000, excepto por el período de reapertura económica post-COVID, cuando este indicador alcanzó un pico del 7,4% en 2022. 

Creemos que esta última sacudida del mercado, aunque esté impulsada por el sentimiento, no debe subestimarse, ya que acelera el cambio de tendencia del mercado, que pasa de estar impulsado por la inflación a estarlo por el crecimiento. Los mercados de futuros se inclinan ahora por un recorte de los tipos de la Fed de -50 puntos básicos en septiembre y una reducción de hasta -1,25 puntos básicos del tipo de los fondos federales para finales de año, el doble de lo que se preveía hace unas semanas