Intermoney | Tras una larga noche electoral, ya se puede hablar de una victoria de Trump, que ha superado los 270 delegados necesarios para ser presidente, así como de un triunfo de los republicanos en las Cámaras. Sabiendo el designio de muchos estados tradicionalmente feudos republicanos (Texas, Florida…) o demócratas (California, Nueva York…), de nuevo teníamos que asistir al conteo de votos en los estados donde todo estaba en el aire. Trump ganó en Pensilvania, un estado que era clave debido a los 19 delegados que otorga y donde la contienda estaba muy reñida. Pero también se hizo con otros estados clave, tanto Carolina del Norte como Georgia, arrebatando este a los demócratas, mientras que en este momento mantiene una ventaja más tentativa en Wisconsin, Michigan, y Arizona, donde continúa el conteo de votos.
El cambio Harris por Biden no ha tenido el tiempo suficiente como para cristalizar y esto ha sido bastante claro con el número de votos. Si miramos, el cómputo de votos, el partido republicano con Trump como adalid en 2016 y 2020 se quedó en número de votos por debajo de los candidatos demócratas Clinton y Biden, respectivamente. En 2016, el GOP ganó las elecciones aun cosechando casi 4 millones menos de votos, mientras que en 2020 el partido demócrata se alzó con la victoria al lograr 81 millones de votos frente a los 74 republicanos. En el momento actual, con el recuento todavía en proceso, el partido republicano tendría más de 5 millones de votos que su rival.
La realidad es que la idea de que los votantes estadounidenses se dejarían guiar por algo que no fueran sus propias circunstancias económicas personales era algo poco serio. La realidad es que la campaña de Harris hizo hincapié en determinados aspectos de manera férrea. Por ejemplo, la presunción de que el aborto era, en gran medida, el tema más importante y unificador para todos los estadounidenses no era algo real considerando que la cuestión estaba en el puesto noveno en cuanto a motivos de importancia entre los votantes. Si tomamos la encuesta de la empresa estadounidense de análisis y asesoría Gallup, sólo un 37% de los votantes consideraba este tema como muy importante, pero estaba por detrás de temas como inmigración, armas, educación o salud. En este aspecto, los republicanos no están tratando de prohibir el aborto, solo de delegar la cuestión en los estados individuales.
Las cuestiones económicas han sido de suma importancia y eso es así. Para el partido Demócrata será aleccionador recordar que el lema en la campaña del candidato Bill Clinton en 1992 fue “It’s the economy, stupid”. EEUU no está en recesión y, de hecho, está mostrando una solidez económica inaudita. Sin embargo, eso no ha protegido a los estadounidenses de la fuerte presión inflacionista. El partido Demócrata habría subestimado el tamaño y el sentimiento de la clase trabajadora estadounidense. Hay que ser consecuentes con la idea de que, si eres un trabajador de bajos ingresos, la inmigración genera preocupación pues juega a favor de socavar los salarios. Si seguimos tomando como referencia la encuesta de Gallup, un 90% de los encuestados apuntaba que la economía era o extremadamente importante o muy importante. En cuanto a inmigración, este porcentaje era del 72%. El otro aspecto es el de canalizar el voto por ingresos y ahí, la mayoría de votantes en un rango comprendido entre los 25.000$ y 100.000$.
Con la victoria de Trump, podemos hacer recordatorio de lo que debemos esperar, atendiendo a su pasado, así como a lo que ha prometido en esta campaña electoral. Considerando su anterior mandato, la Ley de Recortes de Impuestos de 2017 seguramente pueda extenderse, aunque queda por ver si, en lo que concierne al impuesto de sociedades, cumple la promesa de rebajarlo al 15%. Sin entrar a juzgar las políticas que pueda implementar, sí consideramos necesario que una reducción de impuestos deba ir acompañada de una reducción del gasto, puesto que, de otra forma, lo que es ya un grave problema como son el déficit y la deuda, podría agravarse.
No es casualidad que la deuda haya reaccionado negativamente a estos resultados. En la campaña, Trump siempre ha evitado estos temas, aunque indirectamente, parece más decidido a evitar desequilibrios excesivos entre ingresos y gastos que el Trump de 2016. Por ejemplo, haciendo guiños al Partido Libertario al participar en su convención y dar a conocer que incluiría miembros en su gabinete. De ser así, la preocupación por recortar el gasto para no acumular déficits excesivos sería mayor que en su anterior mandato.
Pero además de la política fiscal, en materia económica, hay otros asuntos. Trump busca promover el crecimiento económico mediante el apoyo a la independencia energética, la reducción de regulaciones y la mejora de las cadenas de suministro. De igual forma, una de sus principales promesas es establecer altos aranceles del 10 al 20% a los bienes de importaciones para promover el crecimiento interno. También busca reducir la inflación al controlar el gasto gubernamental y disminuir la deuda nacional. Además, apoya la desregulación para fomentar la inversión y reducir los costos energéticos. De acuerdo con su agenda, la creación de empleos es una prioridad, con un enfoque en reconstruir la base industrial. También propone mejorar la competitividad a través de la disminución la burocracia, lo que reformaría el proceso de permisos y aseguraría que las políticas exteriores prioricen los intereses económicos del país.
La victoria republicana es muy amplia considerando que se hace con el control de ambas Cámaras después de haber arrebatado el control del Senado. Los republicanos han ganado al menos dos escaños que estaban hasta ahora en manos demócratas, suficientes para darle la vuelta al control de la Cámara Alta. Ahora, aspiran al control total del Legislativo si logran revalidar su mayoría en la Cámara de Representantes. En el Senado, los demócratas partían con una débil mayoría de 51 asientos a 49 lograda en las elecciones legislativas de 2022, pero tras los comicios de este miércoles lideran los republicanos con 51 asientos frente a los 41 de los demócratas.